El Iliushin Il-20 (no confundir con el avión de reconocimiento con la misma designación) presentaba una serie de conceptos innovadores, incluyendo una cabina de pilotaje montada en la parte superior del motor, directamente detrás de la hélice (para maximizar la visibilidad del piloto). El parabrisas, de hecho, se extendía hasta el centro de la hélice y proporcionaba al piloto un campo de visión de 37° hacia abajo; lo que con una inclinación media podía permitirle ver objetivos que se encontrasen directamente debajo de la aeronave.
Armamento y blindaje
El Il-20 estaba armado con autocañones montados en las alas que podía ajustar su nivel de fuego en tierra (antes de despegar) o inclinarse 23 grados para permitir así que la aeronave ametrallara objetivos mientras permanecía en vuelo nivelado.
La carga máxima de bombas era de 1.190 kg y en la sección central de las alas había cuatro compartimentos para bombas pequeñas. Si así se deseaba, se podían transportar dos bombas de 500 kg en bastidores alares. Fue dotado también de rieles de lanzamiento para cuatro cohetes RS-132 de 132 mm.
En cuanto a la protección del piloto, podía estar tranquilo, pues el aparato gozaba de un blindaje de espesor de entre 6 y 15 mm, junto a cristales blindados de 100 mm de espesor en el parabrisas principal. A todo esto, había que sumarle una ametralladora trasera.
Desechado
Sin embargo, era más lento que el Il-10 y su motor M-47 se mostró problemático en las pruebas de vuelo de 1948-49. Esto, más el interés desatado por la tecnología de los motores a reacción, acabó por convencer a los militares de la URSS para que no entrase en producción. Los pilotos de prueba que volaron en este aparato lo bautizaron, dado su perfil, “Gorbach” (El jorobado).
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