A principios de marzo la empresa rusa Roselektrónika (parte de la corporación Rostec) presentó su nueva estación de interferencia visual-óptica Filin, capaz de cegar al adversario y cualquier arma moderna.
El sistema ya ha pasado pruebas en la fragata Almirante Gorshkov en el mar Báltico. Concretamente se probó para suprimir las mirillas, los telémetros, los dispositivos de visión nocturna y los sistemas de guiado de misiles a distancias de hasta 5 km, tanto de noche como de día.
En las imágenes de vídeo de las pruebas se puede ver cómo en la nave se enciende algo parecido a un reflector gigante. Los ingenieros lo llaman el modo “iluminación”, en el que una luz brillante de “baja potencia” bloquea el campo de visión del enemigo. Además, en el modo de “interferencia”, puede cegar a las personas en sentido literal.
Según los desarrolladores, no tiene sentido intentar utilizar telémetros láser modernos, sistemas de guía o dispositivos de visión nocturna contra esta “pantalla”. El enemigo ni siquiera será capaz de mirar en la dirección de un barco que tenga el sistema Filin a bordo.
Los voluntarios que se atrevieron a mirar a Filin a los ojos experimentaron alucinaciones: todo flotaba ante sus ojos, tenían dolores de cabeza y náuseas, explicó Vladímir Zhárov, jefe del departamento responsable del apoyo científico-técnico a los proyectos de Roselektrónika.
Según los desarrolladores, quienes se vean afectados por el dispositivo en modo “iluminación” recuperarán la vista tiempo después. Además, un objetivo puede ser “cegado temporalmente” a una distancia de hasta 2 km.
Al mismo tiempo, la empresa está desarrollando toda una gama de modificaciones de Filin para que pueda instalarse en otras plataformas: tanques, vehículos blindados de transporte de personas, aviones, etc. También se está trabajando en variantes del sistema de interferencia visual-óptica para uso de las empresas de seguridad civil.