¿Por que un barco científico de Rusia se ha transformado en una temible fragata de guerra?

Fragata Almirante Gorshkov.

Fragata Almirante Gorshkov.

Alexéi Dánichev/Sputnik
El primer buque de la serie Almirante Gorshkov fue diseñado originalmente para hacer investigaciones científicas y explorar los océanos, pero ha cambiado de tarea.

En 2006 Rusia planeó incorporar su tecnología más avanzada al proyecto de barcos 22350. En un principio el buque estaba diseñado para ser un barco científico con el que estudiar los océanos del mundo, aunque también se utiliza para probar los sistemas navales más novedosos.

Sin embargo, debido a la crisis económica que sufrió Rusia en 2008, el gobierno decidió recortar las tareas científicas y reclasificar las funciones militares del proyecto.

De modo que el primer barco de la serie Almirante Gorshkov está disponible contra objetivos que se encuentren tanto por encima como por debajo del agua. Podrá hacer frente a los enemigos con misiles de precisión y realizar tareas de reconocimiento.

“Desde el principio el buque se convirtió en una especie de campo de pruebas para todo el espectro ruso moderno y para el equipamiento de reconocimiento, así como para nuevas armas que ya usa el ejército. Los últimos han sido los misiles de crucero Kalibr, que se han mostrado al mundo durante la operación en Siria”, comentó a Russia Beyond Víktor Murajovski, editor de la revista Arsenál Otéchestva.

Aunque tal y como se ha señalado, finalmente se decidió reconvertir el barco en un buque militar y se le retiraron todos los dispositivos científicos. Se unirá a las armada de Rusia en agosto.

Armas y más cosas

Según Murajovski, tiene un desplazamiento de 5.400 toneladas y está cargado con 16 misiles de crucero Kalibr.

Estos son capaces de dar en el blanco a una distancia de hasta 2.500 km a 20 m de altura, esquivando el terreno con una carga de 450 kg. Los expertos afirman que este tipo de misiles son una nueva arma de disuasión que pueden ser utilizados como alternativa a las armas nucleares.

Actualmente el Ejército ruso está probando en batalla la versión naval del sistema de defensa antiaérea Pántsir-S1, que se añadirá a la fragata Almirante Gorshkov. Por el momento sigue en funcionamiento el sistema Redut.

El buque también está armado con artillería de 130 mm, capaz de eliminar objetivos a una distancia de hasta 23 km.

“La fragata cuenta con numerosos sistemas informáticos, que pueden hacer la mayoría del trabajo que antes hacían los humanos. Entre estas tareas se incluye la navegación y la operatividad de los sistemas armamentísticos y de inteligencia del barco”, aclara el experto.

El buque puede alcanzar una velocidad de 30 nudos y cubrir hasta 4.000 millas marítimas con un solo tanque. Necesita una tripulación de unas 200 personas.

El futuro del proyecto

El pasado 26 de febrero el ministro de Defensa ordenó cuatro barcos del proyecto 22350. Se espera que pasen a formar parte d ella flota en 2022. Además, el ministro también anunció que habrá más dinero disponible para el desarrollo y la modernización del proyecto.

Tal y como señaló Murajovski, el país necesita al menos 12 buques más de este tipo para defender de manera efectiva las rutas marítimas y las fronteras.

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