El lanzallamas Smes
El Ministerio de Defensa ruso desclasificó a principios de febrero información sobre su nuevo híbrido de lanzagranadas de mano y lanzallamas: el Smes. Dicho proyecto está catalogado como top secret, pero algunos detalles se han puesto a disposición de Rusia Beyond.
En el desarrollo de los Smes se utilizaron las lecciones de varios enfrentamientos militares modernos, incluida la campaña en Siria, así como varias misiones de operaciones encubiertas organizadas por los destacamentos especiales en varios rincones del mundo.
“Se espera que el Smes funcione de forma similar al actual Shmel. El arma es, esencialmente, un espray que contiene una sustancia inflamable. Dentro hay un proyectil, que detona, liberando la llama del cañón”, nos aclaró el exanalista de Izvestia, Dmitri Safónov.
Este nuevo sistema se utilizará a distancias de hasta 30 metros y en situaciones “en las que los terroristas tengan que ser expulsados de sus escondites”, añadió Safónov.
También se piensa que el nuevo lanzallamas resuelve los problemas a los que se enfrentaron modelos más antiguos: “Desde los días de la Primera Guerra Mundial, el lanzallamas ha sido un arma muy peligrosa no sólo para el enemigo, sino también para quienes lo utilizan”, continúa Safónov. “El tanque portador de la sustancia inflamable podía explotar en la espalda del soldado al recibir impactos enemigos. El nuevo ingenio elimina el problema por completo”.
Misiles Kalibr a bordo de buques cisterna
Otra curiosa invención del ejército ruso es la “caja de camuflaje” para sus misiles Kalibr y otros misiles de uso marítimo.
El arma se llama “complejo contenedor ruso Club-K”, y se utilizará tanto contra objetivos marítimos como terrestres. Se estacionarán a bordo de destructores ocultos tras la apariencia de petroleros de larga distancia.
El proyecto se encuentra todavía en la fase de concepción, ya que en la actualidad no existen “cajas Kalibr” a bordo de buques rusos.
El arma se inspiró en el módulo universal de lanzamiento de misiles marítimos, que tiene la forma de un contenedor de transporte de 6 a 12 metros, en lugar de utilizar un mecanismo de lanzamiento interno. Las “cajas” son capaces de transportar cargas útiles de hasta cuatro misiles.
El arma ha sido equipada con detección radio-electrónica, que busca y fija un objetivo enemigo. El Club-K también puede interactuar con otros sistemas y recibir datos de aviones, satélites y otros complejos armamentísticos.
El rendimiento y la eficacia con respecto a objetivos marítimos y terrestres variarán en función de los misiles utilizados. Los misiles de la clase Kalibr, por ejemplo, podrán alcanzar objetivos en tierra o en el mar a distancias de hasta 2.500 km.
¿Quieres saber cuál era la pistola soviética más rara? Pincha aquí.