Los primeros misiles balísticos intercontinentales RS-26 Avangard se ubicarán en 2019 en los suburbios de Oremburgo (1.200 km al este de Moscú), según anunció el comandante en jefe de las Tropas de Misiles Estratégicos de Rusia, Serguéi Karakáiev.
Según el militar, los nuevos misiles aumentarán significativamente el poderío nuclear de Rusia, ya que son superiores a los actuales sistemas de defensa antimisiles de cualquier enemigo potencial.
Qué es el Avangard
La ventaja clave del RS-26 Avangard (que en ruso significa “vanguardia”) sobre otros misiles es su capacidad para elevarse decenas de kilómetros en el cielo y volar hacia el objetivo a través de densas capas atmosféricas y el espacio cercano. El RS-26 es un misil balístico intercontinental que puede destruir objetivos en cualquier parte del mundo con gran precisión.
“El misil se lanza hacia el objetivo como un meteorito, como una bola de fuego, pero es totalmente controlable en todo momento”, dijo Putin en marzo de 2018 al dar a conocer al mundo la nueva arma de Rusia.
Según las fuentes disponibles, una ojiva hipersónica Avangard tiene una potencia de 800-2.000 kilotones, comparable a una explosión aproximadamente 130 veces mayor que la de Hiroshima. Los medios de comunicación rusos aún no han confirmado oficialmente estos datos. Se cree que el proyectil tiene una longitud de 5,4 m, con una velocidad máxima superior a Mach 20 (hasta 24.000 km/h).
Otro monstruo nuclear
Junto al Avangard, Rusia estará protegida por el pesado misil intercontinental de propulsión líquida RS-28 Sarmat, que pesará aproximadamente 100 toneladas.
Está previsto que entre en servicio después de 2020, sustituyendo al R-20V Voievoda, el misil estratégico más pesado y temible del mundo, que pesa 211 toneladas y tiene un peso de lanzamiento de 8,8 toneladas.
“Se diferenciará de su progenitor no solo por tener un peso mucho menor, sino también por su autonomía de vuelo. Mientras que Satan [nombre que la OTAN le daba al Voidevoda] cubría una distancia de 11.000 km, el Sarmat podrá volar 17.000 km y, según el equipo de diseño, incluso pasar por encima del Polo Sur, donde no hay escudos antimisiles y nadie lo espera”, declaró a Russia Beyond, el analista militar de TASS, Víktor Litovkin.
Litovkin añadió que en lugar de diez ojivas nucleares, el Sarmat llevará no menos de 15 vehículos de reentrada independientes y orientables. Estarán dispuestos según el principio de “racimo de uvas”, cada uno con una capacidad de 150-300 kilotones y capaces de separarse del “racimo” y hacer blanco en el objetivo según lo preprogramado en la ojiva.
Estas son las cuatro armas rusas más mortíferas.