A principios de agosto, Rusia probó nuevos proyectiles para su más famoso sistema de misiles balísticos de corto alcance, el Iskander-M.
Los nuevos proyectiles, R-500 Kalibr, son una versión terrestre de los famosos misiles de crucero utilizados por el país eslavo por primera vez a finales de 2015, para eliminar a los terroristas del Estado Islámico en Siria. Los R-500 Kalibr han sido especialmente creados para los sistemas Iskander-M, y tienen un alcance de hasta 500 km.
Estos misiles se reajustan para apuntar a destructores de segunda y tercera clase, básicamente buques capaces de transportar misiles Tomahawk y partes del sistema de defensa contra misiles balísticos Aegis. Los barcos de esta clase (aparte del USS Ticonderoga) actúan como las principales plataformas de lanzamiento del sistema de guiado de precisión Prompt Global Strike (Rápido Ataque Global) de Washington. Los misiles antibuque rusos pueden volar hacia sus objetivos a 2.000 km/h. Y no hay forma de huir de estos asesinos.
También vuelan en forma rasante sobre el agua, a una altitud de tan sólo 5-10 metros, lo que significa que interceptarlos con cualquier tipo de sistema de defensa antimisiles basado en el mar es prácticamente imposible. La carga útil del misil oscila entre 200 y 500 kg. Los más ligeros normalmente están destinados a neutralizar destructores, mientras que los más pesados están destinados a los cruceros enemigos.
Según el analista militar de TASS, Víktor Litovkin, estos proyectiles serán entregados a los centros militares de regiones como Kaliningrado, Crimea, y al Lejano Oriente de Rusia, para ser usados como disuasión contra cualquier potencial barco enemigo que entre en aguas rusas.
Si desea saber por qué el Iskander-M está considerado como uno de los sistemas de misiles balísticos de corto alcance más conocidos de Rusia, haz clic en este enlace.