Rusia superó a sus competidores y fue la primera en crear un arma que está siendo implementada por científicos de Estados Unidos y China: el misil hipersónico.
Esta arma puede volar hacia su objetivo a una velocidad de 2,5 km/s (ocho veces más rápida que la velocidad del sonido), lo que la convierte en un sistema que la defensa aérea enemiga no podrá alcanzar en al menos los próximos diez años.
“Básicamente, estos misiles, que están equipados con las ojivas más poderosas, dotarán a su creador de un nuevo instrumento de disuasión, al igual que las armas nucleares", cuenta Dmitri Safónov, ex analista militar del diario Izvestia.
El primer arma hipersónica es el misil antibuque Zircón, cuya exitosa prueba fue anunciada por el Ministerio de Defensa a mediados de 2017. Sin embargo, el ministerio no mostró fotos o videos de los lanzamientos, calificándolos de "secretos militares".
“Actualmente, sólo se sabe que la primera versión del Zircón podrá alcanzar un objetivo localizado a una distancia de 500 km. Los desarrolladores se enfrentan al ambicioso reto de perfeccionar la primera versión y aumentar la velocidad a 3,5 km/s en el futuro", señaló Safónov.
Sin embargo, todavía no se sabe qué buques recibirán los misiles de nueva generación. Los expertos rusos creen que primero serán modernizados los cruceros pesados de misiles nucleares rusos, para poder cumplir así con los estándares de las nuevas armas.
“El primer barco de esta lista puede ser el Pedro el Grande, el buque insignia de la armada rusa", comenta Safónov.
Curiosamente, ningún país del mundo está armado todavía con misiles hipersónicos. Por lo tanto, si los militares son capaces de confirmar los indicadores declarados durante las pruebas de este año, el Zircón se convertirá en la primera arma que no pueda ser neutralizada por los sistemas de defensa aérea internacionales activos en la actualidad.
Por ejemplo, el tiempo de reacción del sistema estadounidense de defensa aérea Aegis es de ocho segundos. Para entonces, el misil hipersónico será inalcanzable para los sistemas antimisiles.
Junto con las fuerzas de ataque hipersónicas, el ejército y la armada rusa contarán con sistemas capaces de hacer frente a armas de la misma clase. Para ello, la Corporación Almaz Antei debe integrar las tecnologías hipersónicas en el nuevo sistema de defensa aérea S-500 Prometéi.
Además, en palabras del constructor general de la corporación, Pável Sozínov, la empresa está creando el arma con capacidad en caso de un ataque de misiles hipersónicos desde una altura de 100 km, es decir, desde el espacio cercano.
“Hemos hecho cálculos sobre el desarrollo de recursos para un ataque aéreo en los próximos 25 años. Nuestro sistema debe saber combatir aquellas armas que todavía no existen, pero que pueden aparecer. Se trata de poder interceptar armas en capas no densas de la atmósfera, incluso en las capas superiores de la atmósfera, a cientos de kilómetros de la Tierra", explicó Sozínov.
Actualmente, el S-500 se está probando en las factorías de producción y se está posicionando como un sistema que eliminará cualquier objetivo, desde pequeños objetos espaciales hasta aparatos más grandes en la órbita terrestre.
El nuevo sistema podrá atacar objetivos a una distancia de 600 km. También será capaz de reconocer y destruir hasta diez blancos que vengan en su dirección a una velocidad hipersónica.
Los productores de armas se preparan para presentar las primeras máquinas del sistema S-500 en 2020.
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