El día de la toma de posesión es importante para todos los jefes de Estado y el ruso Vladímir Putin, que asumió el cargo por cuarta vez el 7 de mayo de 2018, no fue una excepción. Además de dirigirse a la nación con un discurso y aceptar felicitaciones, Putin también mostró algo nuevo: una limusina presidencial creada a propósito para él.
Al salir del edificio 1 del Kremlin, Putin se sentó en un sedán negro que lo escoltó hasta el Palacio del Gran Kremlin, donde se celebra la ceremonia de investidura. Este nuevo coche presidencial oficial, diseñado en el marco del proyecto Kortezh (Comitiva), fue diseñado y fabricado en Rusia. Anteriormente, Putin había estado usando Mercedes durante sus viajes oficiales, pero decidió cambiar a coches de fabricación nacional. El proyecto Kortezh fue desarrollado a partir del 2013 por la compañía rusa NAMI.
“El vehículo pasó todas las pruebas necesarias y se ha demostrado que es seguro para el jefe de Estado”, declararon algunos funcionarios a la Agencia de Noticias TASS. Se espera que los vehículos proyectados Kortezh (su marca exacta todavía no ha recibido un nombre oficial) reemplacen a los automóviles extranjeros en la flota estatal de vehículos. A partir de septiembre de 2018, será posible pedir versiones comerciales de estos coches, afirman las autoridades.
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