El Mikoián-Gurévich MiG-1 fue el resultado de una competición de diseño para un nuevo caza monoplaza que debía producirse para ser equipado con el motor lineal de 12 cilindros de V. Mikulin. Se realizó un pedido de cuatro prototipos que fueron denominados I-200; el primero de ellos realizó su primer vuelo el 5 de abril de 1940.
Algunos de estos aviones fueron desplegados en Crimea en 1940 para que los pilotos soviéticos los probasen. Más tarde, algunas escuadrillas basadas en los territorios bálticos de la URSS y Polonia recibieron estos aparatos. La Armada soviética recibió también 8 de estos aviones.
La mayoría de estos cazas fueron destruidos durante los primeros días de la invasión nazi de la URSS. Sin embargo, uno de ellos aún estaba en el inventario del VVS en 1944, cuando se registró como retirado ese año.
Sus defectos principales, como la inestabilidad, su escaso alcance y vulnerabilidad frente a daños en combate, llevó a los ingenieros aeronáuticos rusos a llevar a cabo modificaciones en su diseño, que desembocaron en el Mikoián-Gurévich MiG-3. Este avión sería la montura de numerosos ases soviéticos, en su lucha contra el Tercer Reich.
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