El nuevo dispositivo será un robot portátil de reconocimiento, un “comando” electrónico en miniatura en un chasis sobre ruedas, capaz de navegar por el agua y de subir por obstáculos de hasta 15 cm.
Se basa en el robot KRMM-06, que se parece a un vehículo controlado por control remoto. Sin embargo, debido a las funciones de reconocimiento que debe realizar será un sistema modular actualizado para desempeñar misiones de combate específicas. Según la situación, se le podrán colocar módulos con cámaras de video, sistemas de imágenes térmicas, sensores y equipamiento de alarma. También cuenta con varios módulos en los que se podrán colocar otros añadidos adicionales.
¿Qué es el KRMM-06?
Se trata de un vehículo todoterreno de seis ruedas que funciona con un moto eléctrico. Tiene una velocidad que no supera los 5 km/h y sus ruedas le permiten superar obstáculos no más grandes que él mismo, bien sean piedras, árboles caídos, etc. Al mismo tiempo, se trata de un robot resistente al agua, que puede superar obstáculos como un pequeño charco y lagos de hasta 100 m de ancho.
Un pequeño robot, totalmente equipado, pesa alrededor de 25 kg y cabe perfectamente en la mochila de un soldado. Este dispositivo de reconocimiento es ideal no solo para las unidades con objetivos especiales sino también para los zapadores que utilizan habitualmente robots de ingeniería.
A prueba de bombas
El sistema KRMM-06, que los científicos y estudiantes están actualizando para las necesidades de las tropas de reconocimiento de la Guardia Nacional, ya han entrado en servicio con la Tropas de Ingenieros. Uno robot de reconocimiento no solo puede realizar labores de reconocimiento, sino que en caso de que sea necesario puede colocar una carga explosiva de hasta 1,5 kg en el lugar indicado.
“Hay diferentes tipos de minas. Una vez plantadas algunas no pueden ser desarticuladas y retiradas de su localización. Este tipo de cargas tienen que ser explotadas en el lugar por cargas de menor potencia. Esencialmente, para evitar pérdidas de personal, el ejército utiliza zapadores robot para instalar este tipo de bombas”, explica Vadim Koziúlin, de la Academia de Ciencias Militares a Russia Beyond.
Según el experto, el robot zapador KRMM-06 es capaz de operar a una distancia de 200 m. El zapador humano puede ver lo que ocurre a tiempo real en una computadora a través de los “ojos” del robot. Al mismo tiempo, el robot tiene una capacidad operativa de dos horas.
“Después de la actualización para las tropas de reconocimiento, el robot podrá acceder sin ser notado a una base enemiga y transmitir al centro de control toda la información desde el propio lugar. Será capaz de identificar las posiciones de tiro del enemigo e informar sobre la cantidad de insurgentes, y además podrá colocar una carga explosiva. Es como una especie de pequeño saboteador”, resume Koziulin.
Según el experto, un robot zapador cuesta unos 10.000 dólares, pero no está claro todavía cuál será el precio tras la actualización para las tropas de reconocimiento.
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