Polémica detención de un niño que leía Hamlet en la calle Arbat de Moscú

Policías en Moscú.

Policías en Moscú.

Natalia Seliverstova/RIA Novosti
El 28 de mayo en el centro de Moscú una patrulla de policías detuvo a un niño de diez años que leía Hamlet a los transeúntes a cambio de dinero. El video de la detención ha inundado las redes sociales y gran parte de la sociedad debate sobre la actitud de la policía.

La policía detuvo a un niño de diez años en la calle Arbat que estaba leyendo Hamlet en voz alta. Delante de él tenía un bolso abierto, como suelen hacer los artistas callejeros. Una patrulla de policías lo encontró y decidió llevarlo a  comisaría, pero el niño se negó a acompañarlos e intentó deshacerse de ellos gritando “¡Ayuda!”. Los policías se lo llevaron por la fuerza.

Unos testigos grabaron un video de la detención del niño que ha provocado una ola de críticas en internet. La polémica está servida y todo el mundo opina, desde el Comité de Investigación de Rusia y el defensor de los derechos de los niños hasta abogados y usuarios de las redes sociales.

 

La versión de los padres

El pequeño Óscar, de diez años de edad, no estaba solo en la calle. A 20-25 metros de él se encontraba su madrastra leyendo un libro, como asegura el padre del niño, Iliá Skavronski. Al ver a los policías, la mujer intentó llevarse al niño. Después les pidió que no se lo llevaran solo, expresándose en términos algo groseros y grabando lo que sucedía con la cámara de su teléfono. Acabó con la ropa rasgada y su tablet rota. Los policías no le permitieron acompañar al niño en su vehículo.

Según Skavronski, el niño no estaba mendigando: “Mi hijo es aficionado al teatro. Para él estas salidas a la calle son un modo de luchar contra sus complejos”.

“No era la primera vez que salía a la calle a hablar en voz alta. La policía nunca se había dirigido a él con tanta violencia. Solían acercarse, acariciarle la cabeza y decirle: 'Bueno, quédate un poco y después vete a casa', así había sido siempre. Esta es la primera vez que nos ocurre un incidente tan indignante”, añade el padre del niño en la emisora de radio Govorit Moskvá en una entrevista en la que calificó las acciones de los policías de “amorales” e “inhumanas”.

La policía de la capital rusa informa en su página web que se disculpó de manera oficial ante el niño “por las molestias causadas”. Sin embargo, se han abierto dos casos contra el padre y la madrastra. A Skavronski se le ha acusado de un delito de incumplimiento de sus deberes en la educación de menores de edad [que prevé una multa de entre 100 y 500 rublos [entre 1,7 y 8,8 dólares], y su pareja se enfrenta a 15 días de detención por desobediencia a la autoridad.

La versión de los policías

El servicio de prensa de la policía ha comentado que el comportamiento del niño era extraño. Iba de un automóvil a otro, “parecía que se había perdido”. No había ningún adulto junto a él y decidieron llevarlo a comisaría para seguir investigando.

El niño les dijo cómo se llamaba y que estaba solo, así como que “estaba reuniendo algo de dinero”, según se informa en un comunicado del servicio de prensa, mientras que la madrastra se presentó como su vecina, no les mostró ningún documento y después les pidió que dejaran al niño con ella, “algo que habría supuesto una violación directa de la ley”. El niño no fue arrestado, ya que es menor de 16 años.

¿Quién tiene razón, el niño o los policías?

Cuando el video de la detención de Óscar se difundió por internet, en las redes sociales prendió el debate.

“El modo en que los policías tratan al niño y en que se lo llevan de la calle es violencia sin justificación alguna”, declara la presidenta de la fundación “Voluntarios para la ayuda a los niños huérfanos”, Elena Alyshánskaya. En su opinión, los policías tendrían que haberse limitado a llevar al niño a su casa con sus padres, así como a averiguar si se dedicaba a pedir dinero por voluntad propia o había sido forzado a ello.

Anatoli Kucherena, director del Consejo Social del Ministerio del Interior de Rusia que ha ofrecido asistencia jurídica a la familia, no entiende por qué no permitieron a la madrastra acompañar al niño: “el hecho de que un niño esté gritando y los policías se nieguen a permitir que haya un adulto junto a él es una violación de los derechos humanos”.

Sin embargo, pronto surgió una reacción distinta. El vicepresidente de la Duma Estatal Serguéi Nevérov, en un comentario a una publicación en Facebook, escribe que se trata “sin lugar a dudas, de una provocación preparada”, aunque no especifica el motivo de ello. “Tanto los periodistas como la vecina estaban cerca, aunque los agentes también deberían haber sido más educados”, comenta.

Algunos recuerdan que en el Código Penal se prohíbe expresamente inducir a menores de edad a la mendicidad, y en este caso no hay ninguna diferencia entre leer versos de Hamlet o sostener un cartel pidiendo ayuda para salvar a su madre enferma. Además, en la red y en la televisión federal se ha informado de que el padre de Óscar y su pareja son desempleados procedentes de Kiev que, ahogados por las deudas, habían llevado varias veces al niño a pedir dinero a la calle Arbat.

El Comité de Investigación de Rusia dará la razón a la policía. El defensor de los derechos de los niños ante la presidencia de la Federación Rusa también ha prometido llegar al fondo del asunto y ha señalado que es pronto para sacar conclusiones. Dmitri Peskov, secretario de prensa del presidente, ha declarado a la prensa de que Vladímir Putin está informado del caso, “aunque esta cuestión no forma parte de la agenda del presidente”.

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