Volver a la Unión Soviética y recuperar la censura

Alena Repkina
Si se comparan las encuestas publicadas por diferentes centros sociológicos parece que la mitad de los rusos tiene una opinión muy clara. Si se mira en Google “uno de cada dos rusos”, los resultados son inesperados. Según este retrato colectivo, este personaje de las encuestas es militarista y muy supersticioso. A los que escriben los titulares les encanta dibujar una realidad pero, ¿es realmente esto lo que es cercano a la realidad?

Los sociólogos han llegado a la conclusión de que 25 años después los rusos no han olvidado cómo se vivía en un país que ya no existe. En la actualidad, la mitad de los ciudadanos de Rusia preferirían volver a la Unión Soviética, según datos de abril del centro Levada. Además, estarían dispuestos a volver al sistema socialista con todos sus atributos: una economía planificada y con un líder como Stalin.

Uno de cada dos rusos (un 52 %) está dispuesto a cambiar las relaciones de mercado y la propiedad privada por una economía planificada y distribuida por el Estado, según una pregunta del centro Levada del pasado febrero. Casi el mismo porcentaje (un 54 %) muestra sentimientos positivos hacia Stalin y “alaba su inteligencia”. Al mismo tiempo, cerca de la mitad de los rusos considera un crimen la represión estalinista.

A esto se añade también un ejército fuerte como el que desearía tener una mitad de los ciudadanos rusos, según se desprende de los datos de VTsIOM del pasado octubre. Por esta razón no se muestran en contra de que se refuerce su influencia en la sociedad. Y es que, según los datos de las encuestas, los enemigos acechan: uno de cada dos ciudadanos (un 48 %) de Rusia cree que es perfectamente posible que se produzca una invasión militar del país.

Posiblemente por esta razón están a favor de la censura en internet y opinan que se debe prestar una atención especial a las páginas web de noticias extranjeras. La seguridad está por encima de todo, por ello uno de cada dos ciudadanos incluso está de acuerdo con el regreso del contingente militar a Siria, muestran los datos de VTsIOM.

Al mismo tiempo, la mitad de los ciudadanos no tiene una buena opinión sobre quienes se encontraban en el poder en la última época de la Unión Soviética o tras su caída: un 47 % opina que el primer y único presidente de la URSS (1990-1991), Mijaíl Gorbachov (llamado también el padre de la transparencia y de las reformas democráticas) no hizo nada bueno por su país, y que el primer presidente de la Federación Rusa, Borís Yeltsin, fue el culpable de la crisis en el país (según un 50 %).

Soportar las sanciones e irse de vacaciones a la dacha

Puede que la nostalgia por el pasado soviético haya arraigado en los corazones de la mitad de los rusos, pero estos también ven a la Rusia actual como una gran potencia. Así lo cree el 50 % de los encuestados por la Academia Presidencial de Economía y Administración Pública.

La crisis que se cierne sobre el país ya la nota uno de cada dos rusos, que reconocen haber pasado a comprar productos más baratos. Estos ciudadanos también muestran su preocupación por la pobreza en la población y por la posibilidad de que en 2016 se repita la crisis financiera de 1998.

Pero una mitad de los rusos cree que el gobierno cuenta con un verdadero plan anticrisis y está dispuesta a soportar las sanciones, según datos del instituto público VTsIOM.

Según las encuestas, uno de cada dos rusos ni siquiera sigue el tipo de cambio del dólar, no utiliza teléfonos inteligentes y prefiere teléfonos más sencillos (y baratos), con las funciones básicas. Y si quieren irse de vacaciones, se van a la dacha, donde ya pasaron el último verano.

Si aun así se deciden por hacer un viaje, se llevan todo lo que pueden de las habitaciones del hotel cuando se van, tal y como afirman en el canal de noticias Vesti. Esto puede ayudarles a sobrevivir a la crisis. Según muestran los datos de las encuestas, pueden llegar a llevárselo todo: algunos escogen los artículos de baño, los albornoces o el contenido del minibar, mientras que los más expertos se llevan incluso las perchas, las pilas del mando a distancia o las bombillas de las lámparas.

Regalar la independencia y rezar

A pesar de todo, la mitad de los rusos se muestran optimistas con su vida, tal y como informaba Interfax en marzo. Están seguros de que si les despiden lograrán encontrar otro trabajo que no será peor que el actual. Esto no les preocupa.

Con la misma ligereza se toman asuntos como los de los países no reconocidos: si quieren vivir separados, que lo hagan. En su opinión, países como Osetia del Sur, Abjasia, Transdniéster o Karabaj merecen la independencia. Para la mitad de los rusos el derecho a la autodeterminación es muy importante, según dicen los datos de Védemosti.

De hecho, todo sucede por voluntad divina: el 50 % de los rusos también cree en que sus vidas están predestinadas. Y además, los milagros religiosos, según ellos, son algo real, tan real como las brujas y el mal de ojo. Por esta razón, este porcentaje de la población se asusta fácilmente ante la perspectiva de ser maldecido.

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