En honor a esta familia de condes se bautizó el aeropuerto moscovita de Sheremétievo, porque está situado en el territorio de las antiguas posesiones de esta familia, o mejor dicho, de Serguéi Dmítrievich (1844-1918).
Mucha gente se equivoca pensando que “Sheremétiev” es un apellido. En realidad, la palabra “Sheremétiev” es un adjetivo posesivo que nombra algo que pertenece a los Sheremétev. Así fue como Sheremétievo y más tarde la estación Sheremétievskaya dieron nombre al aeropuerto.
Los Sheremétev eran una antigua familia de boyardos, e incluso tenían un antepasado en la familia real Romanov: el boyardo Andréi Kobila, que sirvió a las órdenes de Iván I Kalitá. Los Sheremétev siempre ocuparon importantes cargos estatales y fueron miembros de la Duma de los boyardos. Bajo el reinado de Pedro I, Borís Petróvich Sheremétev se convirtió en el primer conde.
El conde Nikolái Petróvich también se hizo famoso. Poseía vastas tierras, entre ellas la finca de Kuskovo y Ostánkino en Moscú, construida por su padre. Era uno de los hombres más ricos del imperio, mecenas de las artes. También fue famoso por casarse con su sierva, la actriz Praskovia Zhémchugova. Para concluir este matrimonio desigual, pidió permiso al emperador. Sus siervos se convirtieron en destacados arquitectos y artistas, y es porque él buscaba talentos y pagaba por su formación.
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