Este fue el único mariscal soviético que fue degradado durante la Segunda Guerra Mundial

Kira Lisitskaya (Foto: Dominio público; Serguéi Kórshunov/MAMM/MDF)

“Recuerdo a este hombre con un sentimiento amargo... Debido a sus cualidades personales negativas, no era respetado por las tropas y no era capaz de dirigir las acciones de las tropas de forma organizada”, así hablaba el Jefe del Estado Mayor del Ejército Rojo Alexánder Vasilevski sobre el mariscal Grigori Kulik.

Grigori Ivánovich Kulik

En septiembre de 1941, el comandante del 54º Ejército Kulik fracasó en su intento de romper el bloqueo de Leningrado. En noviembre del mismo año fracasó en su intento de retener Rostov del Don y Kerch, adonde fue enviado como comisionado del Cuartel General del Mando Supremo.

Gueorgui Zhúkov, comandante del 57º Cuerpo de Ejército Especial del Ejército Rojo en el territorio de la República Popular de Mongolia, durante los combates en Jaljin-Gol.

Una serie de fracasos colmó el vaso de la paciencia de Iósif Stalin, que llamó a Kulik “cobarde y derrotista”. El comandante militar fue sometido a juicio y el 19 de febrero de 1942 fue despojado de los títulos de Mariscal y Héroe de la Unión Soviética (que le habían sido concedidos por su "ejemplar desempeño de misiones de combate" durante la guerra soviético-finlandesa), así como de todas sus medallas.

Kulik, que llegó a general de división, participó en operaciones militares de forma limitada, pero no obtuvo resultados visibles. En algún momento fue ascendido a teniente general, pero tras un trabajo insatisfactorio en el Departamento Principal de Formación y Dotación del Ejército Rojo fue degradado de nuevo a general de división.

Después de la guerra, Grigori Kulik fue enviado al Distrito Militar del Volga como comandante adjunto. El comandante militar nunca se consideró culpable de sus fracasos y en conversaciones con compañeros de armas criticaba abiertamente el mando del Ejército soviético y la dirección del país.

La última foto de Kulik.

Finalmente, a principios de 1947, Kulik, junto con los generales Vasili Gordov y Philipp Ribálchenko, del mismo distrito, fue detenido “acusado de organizar un grupo conspirador para luchar contra el poder soviético”. Tres años más tarde fueron fusilados.

Sólo durante el gobierno de Nikita Jrushchov, Grigori Kulik recuperó póstumamente el rango militar de mariscal, el título de Héroe de la Unión Soviética y el derecho a los honores estatales.

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