3 generales soviéticos capturados que colaboraron con los nazis

Historia
BORIS EGOROV
El colaboracionista ruso número uno durante la guerra fue el exgeneral soviético Andréi Vlásov. Antes de ser capturado, era considerado uno de los comandantes militares con más talento y más prometedores del Ejército Rojo.

Durante la guerra, más de setenta generales del Ejército Rojo cayeron en cautiverio alemán. Con promesas o amenazas, los nazis intentaron inducirles a cooperar, pero la inmensa mayoría de los comandantes se mantuvieron fieles a sus juramentos.

No obstante, doce generales aceptaron cooperar con el enemigo. He aquí tres de los más famosos.

1. Andréi Vlásov

El general Andréi Vlásov fue considerado en su día un comandante militar de talento y prometedor en la URSS. Su 20º Ejército desempeñó un papel nada desdeñable en la derrota del enemigo cerca de Moscú en el invierno de 1941.

En julio de 1942, el comandante fue capturado cerca de Leningrado y pronto se pasó al bando de los nazis. Según la caracterización de la Gestapo, no lo hizo por sus convicciones políticas, sino por la desesperanza y la incapacidad de realizar sus ambiciones personales.

Vlásov se convirtió en una figura clave del movimiento colaboracionista ruso. Participó directamente en la creación del Ejército de Liberación de Rusia (ROA) y del Comité para la Liberación de los Pueblos de Rusia (KONR), y luego los dirigió.

En la Unión Soviética se utilizaba la palabra peyorativa "Vlasovtsi" para referirse a todos los colaboradores de habla rusa, aunque no formaran parte del ROA.

Las tropas soviéticas capturaron al general en territorio de Checoslovaquia el 12 de mayo de 1945. Fue declarado culpable de alta traición y ahorcado en Moscú el 1 de agosto de 1946, junto con un grupo de colaboradores.

2. Fiódor Trujin

Uno de los cómplices de Vlásov ejecutado aquel día en Moscú fue el exgeneral de división del Ejército Rojo Fiódor Trujin. Al principio de la guerra ocupaba el cargo de subjefe del Estado Mayor del Frente Noroccidental y en junio de 1941 fue capturado por los alemanes en los países bálticos.

En el campo, Trujin expresó casi de inmediato su deseo de colaborar con los nazis y posteriormente hizo hincapié en sus opiniones antiestalinistas y anticomunistas (lo que, sin embargo, no le impidió hacer una exitosa carrera en las Fuerzas Armadas soviéticas).

Tras comenzar como propagandista, a finales de 1944 Trujin había alcanzado el cargo de Jefe de Estado Mayor de las fuerzas armadas de la KONR. Los alemanes prometieron subordinar al Comité a todos los colaboradores de habla rusa, pero este ejército de la "Nueva Rusia sin bolcheviques" nunca llegó a ser una fuerza significativa.

El 8 de mayo de 1945, partisanos checoslovacos capturaron al comandante cerca de Praga y lo entregaron a las tropas soviéticas al día siguiente.

3. Borís Richter

La biografía más misteriosa entre todos los generales-traidores fue la del general de división Borís Richter. Jefe de Estado Mayor del 6º Cuerpo de Infantería, desapareció en combate en el territorio de Ucrania en junio de 1941.

Sólo en 1943, los servicios de seguridad soviéticos descubrieron que Richter no fue asesinado en absoluto, sino que fue capturado y pasó a cooperar con el enemigo. El antiguo general del Ejército Rojo, que conocía bien el alemán y el polaco, dirigió la escuela de inteligencia y sabotaje de la Abwehr en Varsovia bajo el apellido Rudayev.

Ese mismo año, el jefe militar fue condenado en rebeldía a ser fusilado. Sin embargo, la sentencia no pudo ejecutarse: Richter desapareció sin dejar rastro en los últimos días de la guerra.

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