La barra de labios no se fabricó realmente en serie hasta principios del siglo XX, y pasó de los salones de maquillaje de las actrices a los neceseres de las mujeres corrientes.
De la provocación al glamour
Antes de la Revolución de 1917, Rusia producía sobre todo jabón, cremas y perfumes. El maquillaje no se aceptaba, se consideraba vulgar, tanto entre los campesinos como entre la nobleza. Incluso la última emperatriz Alexandra Fiódorovna salía en público sólo con una ligera fragancia de perfume.
¿Qué hizo que la sociedad cambiara de opinión? A principios del siglo XX, la industria cinematográfica comenzó a desarrollarse activamente, entonces aparecieron las películas en color. En la Unión Soviética surgieron sus estrellas, cuyas imágenes recordaban a Marlene Dietrich y Greta Garbo, sólo que ellas interpretaban a constructoras del comunismo.
Liubov Orlova, Valentina Serova, Liudmila Gurchenko... Millones de mujeres soviéticas copiaron la imagen de estas actrices en la vida real. Todas querían parecerse a su actriz favorita.
¿Cómo eran las barras de labios soviéticas?
En la Rusia soviética se empezaban a producir colonias, cremas, máscaras de pestañas y barras de labios en las fábricas "TEZHE" (siglas en ruso de “Trust de Esencias Esenciale). Los productos costaban centavos, ya que la Unión Soviética quería enseñar a la gente a cuidarse. El nombre del trust se hizo realmente popular. Incluso se compusieron canciones sobre él.
"En los labios TEZHE,
en los ojos TEZHE,
en las mejillas TEZHE...
¿Dónde besar?"
En los años de posguerra, Glavparfumer -la Dirección Principal de la Industria de Perfumes y Cosméticos- era responsable de la belleza.
Para las barras de labios, los expertos desarrollaron 10 tonos, desde el naranja zanahoria hasta el morado frambuesa, con diferentes tonos rojos intermedios.
Se podían mezclar nuevas barras de labios a partir de restos de pintalabios (o experimentar con los tonos). Se utilizaba una cerilla para sacar la barra de labios, fundirla en una cuchara, removerla y volver a introducirla en el tubo.
Barras de labios "Rassvet" y "Svoboda"
Las barras de labios que más se vendían eran las de las fábricas moscovitas de cosméticos "Rassvet" (Amanecer) y "Svoboda" (Libertad). A pesar de sus nombres "soviéticos", estas fábricas fueron fundadas durante el régimen zarista por especialistas franceses y rebautizadas tras la Revolución.
"Rassvet" es "Victoria Regina", creada en 1876 por Emile Baudelot. Su producto cosmético más famoso era el polvo "Zarina el Cisne", que se producía con el mismo nombre en la URSS. Pero en la época soviética, la fábrica se hizo famosa por su barra de labios "Elena". Se trataba de un desarrollo conjunto de especialistas soviéticos y franceses, y era increíblemente popular.
Y “Svoboda” se formó sobre la base de la sociedad "A.Ralle and Co" (por el nombre del creador del francés Alphonse Ralle). Esta barra de labios soviética tenía un color inusualmente persistente, del que era difícil deshacerse.
Al mismo tiempo, eran muy asequibles. En los años 70-80, una barra de labios de buena calidad costaba 1 rublo 20 kopeks (las había más baratas, por supuesto). A modo de comparación, el salario medio era de 170 rublos. Ligeramente más caro era el pintalabios polaco.
El coste de los cosméticos franceses alcanzaba los 35-40 rublos. Está claro que esto no era asequible para mucha gente, pero una mujer que conseguía el pintalabios que quería se sentía como una reina.
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