Tras hacerse con el poder en septiembre de 1953, Nikita Jrushchov permaneció al frente del país durante once años. Su mandato incluyó acontecimientos clave como la desestalinización, una liberalización parcial de la vida social ("deshielo") y la crisis cubana.
Jrushchov ascendió a la élite política de la Unión Soviética antes de la Segunda Guerra Mundial, convirtiéndose en Primer Secretario del Partido Comunista en 1938 y en Politburó (el órgano de gobierno del Partido) en 1939. Tras el ataque alemán, Nikita Serguéievich fue miembro de los consejos militares de varios frentes, entre ellos los del Sudoeste, Sur, Vorónezh y Stalingrado.
Los consejos militares eran órganos colegiados de gobierno que debatían y resolvían cuestiones clave de la organización de las operaciones de combate, la gestión, el adiestramiento y el abastecimiento de las tropas. Estaban formados por el comandante del frente, el jefe del Estado Mayor, oficiales políticos y una serie de otros oficiales.
“Recuerdo la enorme labor política y organizativa de Jrushchov durante las intensas batallas en las afueras de Kiev”, recordaba el mariscal Iván Bagramián sobre los acontecimientos del verano de 1941: "Habiendo estado constantemente en los talleres de las fábricas, y luego en la línea del frente, Jruschov, gozando de gran confianza de los ciudadanos de Kiev y de las tropas, dirigió hábilmente sus acciones hacia la victoria".
La victoria, sin embargo, no se produjo entonces. En septiembre cayó la ciudad y una gran agrupación soviética quedó atrapada en una "caldera". Jrushchov y varios mandos militares habían sugerido anteriormente abandonar Kiev y construir defensas a lo largo de la orilla izquierda del Dniéper, pero Stalin prohibió la rendición de la capital ucraniana.
En mayo de 1942, el Ejército Rojo lanzó una ofensiva sobre Járkov, que acabó en desastre total y la pérdida de 270.000 soldados. El papel de Jrushchov como miembro del consejo militar de la dirección suroccidental en aquellos acontecimientos se valora de diferentes maneras. Según una versión, cuando surgió el peligro de cortar el paso y rodear a las tropas, intentó persuadir a Stalin para que detuviera la operación, pero fue rechazado. Según otra versión, el propio Nikita Serguéevich se opuso categóricamente a detener la ofensiva, hasta que fue demasiado tarde.
El general Semión Ivanov recordó las actividades de Jrushchov durante las batallas por Stalingrado: "Este hombre de pequeña estatura, con sobrepeso y una sonrisa sencilla, siempre fue, si se me permite decirlo, un estabilizador de la situación dentro del círculo de comandantes que dirigían las tropas en la batalla de Stalingrado. La situación era tensa, todos trabajaban literalmente hasta la extenuación, por lo que a menudo se producían crisis nerviosas, las relaciones eran tensas. Nikita Serguéievich parecía anticiparse a la aparición de tales momentos e inmediatamente encontraba el tono adecuado, calmando los conflictos... Hizo mucho en la organización del abastecimiento de los frentes con productos de las plantas y fábricas de Stalingrado. Visitaba constantemente a los equipos de trabajo, ayudaba a resolver los problemas de cooperación de las empresas y de todos los servicios de la ciudad.
Durante la guerra Nikita Jrushchov fue condecorado con las Órdenes de Kutúzov y Suvórov. Celebró la victoria con el rango de teniente general.
Tras derrocar a Jrushchov en 1964, Leonid Brézhnev permaneció en el poder hasta su muerte en 1982. El largo periodo de su gobierno se conoce a menudo como la "Era del Estancamiento". Se caracterizó por una relativa estabilidad en todas las esferas de la vida del Estado, un nivel de vida bastante alto para sus ciudadanos y la ausencia de grandes convulsiones sociales, pero al mismo tiempo un acusado declive del desarrollo económico del país.
Antes de la guerra, Brézhnev tuvo una exitosa carrera política en Dnepropetrovsk. Ocupó cargos militares y políticos en el Ejército Rojo, a cuyas filas fue movilizado en junio de 1941.
Pavel Troianovsky, corresponsal en el frente del periódico Krásnaia Zvezdá, conoció a Leonid Brézhnev en otoño de 1942 en el Cáucaso Norte: "El comisario de brigada (nota - aproximadamente correspondía al grado militar de coronel) Brézhnev cumplió varias tareas importantes del Consejo Militar. Y las cumplió de manera ejemplar. Me contaron que estuvo en regimientos avanzados, que liberaron Rostov del Don en el año 41... Usted sabe los pocos que tenemos condecoraciones de batalla. Así que Leonid Brézhnev fue uno de los primeros trabajadores políticos condecorados con la Orden de la Bandera Roja".
El episodio más notable de la biografía militar de Brézhnev fue la batalla por Novorossíisk en 1943. El 4 de febrero, un destacamento de marines del 18º Ejército, en el que Leonid Brézhnev servía como jefe del departamento político, capturó una pequeña cabeza de puente en la orilla de la bahía Tsemesskaia.
Las tropas soviéticas mantuvieron la cabeza de puente, apodada "Tierra Menor", durante 225 días hasta que la ciudad fue completamente liberada. Decenas de veces cruzó Brezhnev este lugar con tropas en barcos de desembarco y participó en operaciones de combate.
Una vez incluso tuvo que sustituir a un ametrallador muerto y contener a la infantería enemiga hasta que llegara la ayuda. "El mundo entero para mí se reducía entonces a una estrecha franja de tierra por la que corrían los nazis. No recuerdo cuánto duró. Sólo un pensamiento poseía todo mi ser: ¡alto! Creo que no oí el estruendo de la batalla ni el ruido de los comandos cercanos. Sólo en un momento me di cuenta de que el enemigo al que no apuntaba cayó abatido: los soldados que vinieron a rescatarnos estaban disparando", escribió Leonid Brézhnev en su libro La pequeña tierra.
Brézhnev terminó la guerra con el grado de general de división. El 24 de junio de 1945 participó en el Desfile de la Victoria en la Plaza Roja, habiendo acompañado a la columna consolidada de las tropas del 4º frente ucraniano junto con el comandante del frente general Andréi Yeremenko.
El 12 de noviembre de 1982, dos días después de la muerte de Leonid Brézhnev, Yuri Andrópov, presidente del KGB, se convirtió en el jefe de la URSS. El nuevo Secretario General lanzó inmediatamente una amplia campaña anticorrupción y una profunda transformación económica, pero no tuvo tiempo de terminar el trabajo. Ya gravemente enfermo, murió 15 meses después de asumir el cargo.
A diferencia de su predecesor, Andrópov no estuvo en el frente. En 1936, debido a la diabetes y a la mala vista, fue retirado del registro militar. A ello se sumaron graves problemas renales. No obstante, consiguió contribuir a la victoria sobre la Alemania nazi.
En 1940, el joven trabajador del Partido fue enviado a la RSS de Carelia-Finlandia, formada tras la Guerra de Invierno contra Finlandia. Entre sus tareas estaba dirigir el movimiento juvenil comunista en la nueva república.
Tras el estallido de la guerra y la ocupación de amplias zonas de la RSS de Carelia-Finlandia por tropas finlandesas y alemanas, Andrópov se dedicó al reclutamiento y entrenamiento de jóvenes para enviarlos a destacamentos partisanos, a la clandestinidad y a labores de reconocimiento. El futuro jefe de Estado tenía el apodo clandestino de "Moguikán" (Mohicano).
El 23 de septiembre de 1944 Yuri Andrópov fue condecorado con la orden de la Bandera Roja en el decreto: "Durante la Gran Guerra Patria el camarada Andrópov realizó un gran trabajo en el desarrollo del movimiento partisano y de la clandestinidad del Komsomol en el territorio temporalmente ocupado de la República Carelia-Finlandia. En 1941-43 ... con la participación directa del camarada Andrópov, más de 400 miembros del Komsomol y jóvenes fueron entrenados y enviados a los destacamentos partisanos del KFSSR, además, unos 50 trabajadores responsables del Komsomol fueron enviados a la retaguardia enemiga como organizadores y agitadores clandestinos del Komsomol ... Durante dos años, se publicaron y lanzaron a la población ocupada del Comité Central del KFSSR muchos panfletos, libros, folletos y periódicos".
En 1944 Yuri Andrópov regresó a la capital liberada de la República - Petrozavodsk. Se dedicó por completo al trabajo del Partido, que en menos de cuarenta años le llevó a la cima del poder en el país.
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