Uno de los acontecimientos políticos más importantes del año fue la crisis constitucional de 1993. También se la conoce como "Golpe de octubre" o "Tiroteo de la Casa Blanca". La crisis fue provocada por el conflicto entre el entonces presidente Borís Yeltsin y el Congreso de los Soviets, que, según la Constitución rusa vigente en aquel momento, era el órgano más poderoso y debía ratificar la mayoría de las decisiones y nombramientos de Yeltsin.
El conflicto de dos días comenzó con el asalto a la torre de televisión de Ostánkino y terminó con el bombardeo de la Casa Blanca rusa, que era la residencia del Congreso de los Soviets. (Más información aquí).
Moscú se sumió en el caos, con barricadas, disturbios masivos y manifestaciones.
La crisis parecía tan violenta que el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa incluso dirigió una liturgia masiva rezando por una solución pacífica.
Unas 200 personas murieron en estos disturbios. Y, como resultado, en diciembre se aceptó una nueva Constitución.
El país ansiaba un cambio y no quería lidiar en masa con el antiguo régimen y la política. Sin embargo, todavía había mucha gente devota del pasado soviético, incluido Stalin, a pesar de toda la nueva información reveladora sobre su régimen.
En muchos lugares seguía figurando un retrato de Lenin, y muchas instituciones seguían llevando su nombre.
Muchos (especialmente de la generación mayor) también seguían celebrando el aniversario de la Revolución de Octubre de 1917.
Y los símbolos soviéticos seguían viéndose por todas partes. La pancarta de la foto de abajo dice: "PCUS" ("Partido Comunista de la Unión Soviética").
Sin embargo, el aliento a Occidente y a la libertad era demasiado evidente e incluso se veía en el aspecto que tenía Moscú en 1993.
Incluso aparecieron personajes de dibujos animados occidentales en las festividades de Año Nuevo en la Plaza Roja.
Y abajo hay una foto del Presidente Borís Yelstin inaugurando el segundo restaurante McDonald's de Moscú (el primero se abrió en 1990).
Y más abajo, su esposa, Naina Yelstina, probando una Coca-Cola (¿o un batido?) en la inauguración del tercer restaurante McDonald's ese mismo año.
Kirsan Iliumzhinov, presidente de la república rusa de Kalmukia, cenando en casa.
La liberalización de la economía y el nuevo mercado libre empezaron a aparecer.
Mientras tanto, empezaron a abrirse en Rusia los primeros supermercados propiamente dichos.
Al mismo tiempo, la economía y el sistema no pudieron manejar los rápidos cambios que se avecinaban y provocaron una crisis, que trajo déficit y pobreza a muchos.
Tras el colapso de la URSS atea, la Iglesia Ortodoxa Rusa volvió a recibir ayudas del Estado. Se reabrieron muchas iglesias y los sacerdotes dejaron de ser perseguidos. Borís Yelstin y el Patriarca Alexi II se reunieron en el Kremlin de Moscú.
Después de más de 70 años, los creyentes pudieron volver a confesar abiertamente su fe.
La gente también tuvo la oportunidad de casarse abiertamente en la iglesia.
Tras años funcionando como museo, la catedral de Kazán de San Petersburgo reanudó sus liturgias.
En la foto de abajo, una abadesa de un monasterio en profunda oración y reflexión.
La Plaza Roja, que durante casi 70 años fue lugar de desfiles y manifestaciones comunistas, comenzó a celebrar actos muy diferentes. Por ejemplo, un concierto de la Orquesta Sinfónica Nacional de EE UU dirigida por el director musical ruso Mstislav Rostropóvich.
La política también adquirió un "rostro más humano". En la foto de abajo, el Primer Ministro Víktor Chermomirdin toca el acordeón mientras descansa con su familia.
Las chicas se volvieron menos tímidas y los concursos de belleza resultaron aún más interesantes.
La gente era libre de expresarse en el arte y aparecieron proyectos muy atrevidos y controvertidos, como este dúo musical llamado "Politsia nravov" ("Escuadrón antivicio") que aparece en la foto de abajo.
Tras años de uniformes aburridos y anodinos, las mujeres tuvieron por fin la oportunidad de probar nuevas modas. Abajo, una mujer eligiendo la mejor opción en una tienda de pieles.
Una elegante mujer de los años 90 conversa en un teléfono público.
Aparecieron más coches en las calles, como se ve abajo circulando por el malecón Kremliovskaia de Moscú.
Los barcos fluviales también se hicieron más frecuentes en Moscú.
Jóvenes ciclistas se esconden de un repentino chaparrón de verano.
Un vendedor ambulante vende barbacoas al aire libre en el parque.
Y, por fin, los niños pudieron disfrutar más de su infancia, ¡como pasar un día en un parque temático!
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