Es difícil imaginarse a una mujer trabajadora o a una “koljoznitsa” (“agricultora de granja colectiva) en traje de baño, y mucho menos en bikini, ¿no crees? En estas raras fotos de los años 20-30, a menudo podemos ver trajes de baño con pequeños shorts, y en raras ocasiones encontramos lo que sería el futuro bikini (inventado por el diseñador de moda parisino Jacques Heim en 1946), aunque con el ombligo todavía cubierto.
Los primeros bikinis no empezaron a aparecer en la URSS hasta la década de los 50. Los tops abiertos sin tirantes provocaban reacciones de sorpresa, y los llevaban sobre todo las actrices o los miembros de los círculos más bohemios. Sin embargo, las partes inferiores de corte alto (que hoy denominamos “retro”) no pasarían de moda hasta el comienzo de la década de los 80. Sin embargo, en la época en que se tomó esta foto, muchas mujeres todavía se sentían un poco incómodas al exponer sus cuerpos y preferían los trajes de baño de una sola pieza.
En los años 60, los bikinis eran mucho más frecuentes. Durante esa década se liberó por fin el ombligo. Sin embargo, los trajes de baño y otros artículos de vestuario eran de muy baja calidad, por lo que los amantes de la moda de la época se fabricaban los suyos propios con cretona, satén y otros materiales disponibles que podían conseguir.
Estamos en 1969. Se había estrenado la película de culto Brilliantovaia Ruka (El brazo de diamante), en la que Svetlana Svetlichnaia aparecía en un bikini muy provocativo para los estándares de la época. Interpretó a una astuta seductora, y se ganó para siempre la reputación de símbolo sexual del cine soviético (así como la envidia de todas las mujeres soviéticas).
En los años 70-80 surgió por fin la oportunidad de hacerse con trajes de baño occidentales “supercaros”, pero increíblemente modernos. Las playas empezaban a llenarse de coloridos trajes de baño y de nuevas tendencias de moda. Y, por fin, aparecieron en escena las primeras braguitas con poca ropa: el bikini había llegado.
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