¿Cuánto tiene de auténtico la Rusia soviética de la cuarta temporada de ‘Stranger Things’?

Historia
MARÍA TOKMASHEVA
La primera parte de la cuarta temporada de la serie de culto de Netflix 'Stranger Things' ya ese estrenó, y está repleta de paisajes soviéticos, lenguaje, tropos culturales y un montón de cosas con las que los aficionados a la historia pueden obsesionarse. Pero… ¿Han hecho sus creadores un trabajo fiel a la hora de reproducir la atmósfera de la Guerra Fría?

Los primeros siete episodios de la cuarta temporada del megaexitoso proyecto de los hermanos Duffer, Stranger Things, se han estrenado en Netflix y abordan la historia de la misteriosa y poderosa niña ‘El’ (diminutivo de ‘Eleven’, interpretada por Millie Bobby Brown) y sus recién descubiertos amigos y padres, que intentan salvar su pueblo de Hawkins, Indiana, de un mal sobrenatural. Poco después se enteran de que el destino del mundo entero depende de ellos. La serie ofrece conspiraciones gubernamentales, monstruos, dimensiones alternativas y experimentos científicos espeluznantes. También es increíblemente ochentera y la gente no puede evitar sentirse atraída por toda la atmósfera creada por los hermanos Duffer.

Los dos últimos episodios se emitirán en julio de 2022 y, al parecer, si el mal pierde, no será por mucho tiempo, porque ya nos han prometido la quinta temporada.

Debido a la época en la que trabajaron, los hermanos Duffer no sólo se inspiraron en la estética de neón de los años 80, sino también en la política, concretamente en la Guerra Fría entre la Unión Soviética y los Estados Unidos, que se filtra en gran parte de la serie, pero que realmente llega a un crescendo en la cuarta temporada. Sin más preámbulos, vamos a ver cuánta “herencia rusa” hay y si los hermanos Duffer han hecho los deberes y han reproducido fielmente todos los elementos de la cultura soviética de la época.

1. Kamchatka

Una de las principales localizaciones de la cuarta temporada es la península de Kamchatka: incluso formó parte de un cómic especialmente lanzado en marzo de 2022. En él, los adolescentes rusos también se convierten en parte de la lucha contra los monstruos del Mundo Del Revés. Y la elección del lugar no es casual: la península está a cuatro horas de vuelo de Alaska, aunque entre ambos territorios hay una diferencia horaria de 15 horas (¡imagínate!). Rodaron esta “extrañísima” Kamchatka sobre todo en Lituania utilizando nieve artificial, lo que llama la atención, a pesar de que la cuarta temporada es la más cara hasta la fecha (ha costado unos 30 millones de dólares).

No obstante, los hermanos Duffer, como suelen hacer, profundizan en los detalles. Por ejemplo, una de las primeras escenas tiene al guarda penitenciario Antónov (interpretado por el actor alemán Thomas Wlaschiha, conocido por la serie Juego de Tronos) hablando por un teléfono público con el personaje de Wynona Ryder. Tanto la cabina como el teléfono público reproducen perfectamente los de la Unión Soviética. Además (y esto es un punto a favor de los hermanos Duffer), junto al receptor hay una inscripción aparentemente insignificante: ‘Kino’ (“Cine”). Este es el nombre de un grupo de rock soviético muy popular en la perestroika, liderado por Viktor Tsói. En 1984, publicaron el álbum Nachalnik Kamchatki (La cabeza de Kamchatka), un homenaje a la película de televisión soviética de nombre similar: Nachalnik Chukotki. El propio Viktor Tsói fue una figura muy popular de la era de la Perestroika, dado que escribió su himno no oficial Peremen!(¡Queremos el cambio!), que puede escucharse en la no menos icónica película de Serguéi Soloviev, Assa. En el otoño de 1986 (la cuarta temporada de Stranger Things tiene lugar en la primavera de ese año), Tsói consiguió un trabajo como fogonero en Leningrado (actual San Petersburgo), en la calle Blojina, que los lugareños apodaron “Kamchatka”.

Por cierto, incluso después de la disolución de la URSS, el término “Kamchatka” se utilizaba a menudo para advertir a los escolares rusos... este nombre se daba a los pupitres del fondo de la clase, donde se “exiliaba” a los perdedores. O los alumnos de sobresaliente, que se encargaban de ayudar a los perdedores a ponerse al día con el resto de la clase.

2. Rusia entre rejas

En la cuarta temporada, Kamchatka es más bien una imagen colectiva del sistema penitenciario soviético, ya sea el GULAG o una prisión ordinaria. Si recuerdas el teaser, repite el epílogo de la legendaria comedia soviética UnaEstación de Tren Para Dos, de Eldar Riazanov, pero es poco probable que los hermanos Duffer hayan visto esta película. No obstante, han conseguido crear una prisión soviética muy creíble que encaja con Kamchatka y el año 1986, pero, por otro lado, también con respecto al sistema penitenciario soviético de la época de la Guerra Fría, en general. Todos los rusos aquí son severos y, lo que es más, todos en su mayoría hablan un ruso muy claro y nativo, lo que es raro en las producciones estadounidenses. Lo mismo ocurre con los reclusos, uno de los cuales es interpretado por el actor ruso Pavel Líchnikov, bien conocido por el público ruso, pero también por el estadounidense, ya que se ha labrado una carrera en Hollywood desde principios de los 90, protagonizando Homeland (un largometraje que no tiene nada que ver con la serie del mismo nombre) y el remake estadounidense de Shameless, así como Deadwood y la franquicia Jungla de Cristal.

3. Camarada Mayor

Mención aparte merece el lenguaje de los que cumplen condena en Kamchatka. Además de una notable ausencia de acentos (quizás, el único que lo tiene es el alemán Wlashiha, que interpreta a Antónov, el celador que hace de traductor entre el personaje de Jim Hopper y los rusos), también es importante la presencia de la jerga local. Si recordamos la escena del teléfono público, oímos el término de argot musor (“basura”) para referirse a la policía, que el personaje de Brett Gerlman, Murray Bauman, capta y utiliza como pista. Su ruso no es tan perfecto como parece creer, pero la jerga que usa era realmente popular. Apareció en la Rusia zarista, cuando el departamento de detectives de la policía de Moscú se llamaba Comité de Investigación Criminal de Moscú (MCC). Este tipo de habla se mantuvo durante toda la época soviética.

Desde hace varios años, en Rusia funciona la Policía (y no la Militsia), que es similar a la de los países europeos. Pero Stranger Things sí que sigue recordando el espíritu de la época en el uso del odio, que podemos escuchar en el discurso de Hopper (David Harbour), cuando utiliza palabras como urod (“asqueroso/bestia”) o svinia (“cerdo”), palabras muy sencillas para cualquier idioma, pero también muy características del ambiente del lugar y de la época en la serie.

Y ya en estos, por ahora, últimos episodios (los últimos 7 episodios se estrenarán en julio), oímos constantemente la frase tovarisch Mayor (“camarada Mayor”) para describir a los guardias de la prisión, que, por cierto, no tiene nada que ver con el rango. tovarisch Mayor en la jerga rusa se utiliza (o al menos se utilizaba) a menudo como una frase colectiva (una especie de “jefe” o “jefa”) cuando se habla de los superiores, especialmente empleados en las fuerzas del orden en un estado policial y, sobre todo, en las prisiones. Y la URSS de la época de la Guerra Fría ciertamente se presta a esa imagen.

4. Iglesia abandonada

El “rastro ruso” en Stranger Things también aparece, no sólo los héroes mencionados anteriormente. Otro de estos personajes es el contrabandista Yuri, que vuela con su pequeño avión An-2 entre Alaska y Kamchatka. Sus dos hogares en la serie son su avión y una iglesia abandonada. El primero parece que sólo se fabricó en China en los años 70, aunque la URSS siguió utilizándolo. La iglesia, sin embargo, actuaba como una especie de punto de tránsito en el que, según la trama, Yuri podía almacenar su contrabando y luego venderlo a su tovarischi mayori. Durante la perestroika, es posible que las iglesias de la URSS fueran edificios abandonados, ya que en un principio se suponía que el pueblo soviético estaba alejado de la religión. Otra cosa es que muchas iglesias (sobre todo en la década de 1980) ya tenían una funcionalidad diferente, completamente secular. Sin embargo, los lugares religiosos abandonados no eran nada nuevo, especialmente en zonas tan remotas como la Kamchatka de Stranger Things.

5. Mantequilla de cacahuete y vaqueros

La iglesia es el lugar donde se encuentra la posesión más preciada de Yuri: pantalones vaqueros y mantequilla de cacahuete. Ambos artículos eran muy escasos, incluso en los días de la perestroika de Gorbachov. Ir simplemente a una tienda y comprarlos habría sido imposible. Había que emplear algunas artimañas y contactos personales: Yuri habría sido una de esas conexiones. Parece que él y sus secuaces en la prisión habrían recibido estos artículos con la intención de revenderlos, no para uso personal. Hoy en día, la mantequilla de cacahuete y los vaqueros no son, afortunadamente, productos escasos en Rusia. Tampoco lo es ella música del grupo de rock ‘Kino’, que ya está disponible en la mayoría de los servicios de streaming. Pero, Stranger Things 4 sí captura la Guerra Fría (en todos los sentidos) entre Rusia y Estados Unidos. Y lo hacen de forma súper exitosa y creíble.

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