Al parecer, era un buen negocio para ambas partes. Gorbachov necesitaba recaudar dinero para sus proyectos humanitarios y medioambientales internacionales, mientras que Pizza Hut necesitaba publicidad para dirigirse a los consumidores. Era una cuestión de negocios.
La cadena de restaurantes estadounidense quería tender puentes entre personas de diferentes edades, culturas y razas, haciendo anuncios con personajes públicos conocidos y celebridades como Muhammad Ali.
“A veces nada une a la gente como una buena pizza caliente de Pizza Hut”, dice el anuncio de 60 segundos.
Comienza con una serie de imágenes de los principales monumentos de Moscú: la Catedral de Cristo Salvador y la Catedral de San Basilio. A continuación, la cámara se aleja para mostrar a dos figuras solitarias que se cobijan bajo un paraguas mientras pasean por la Plaza Roja. Parecen ser Mijail Gorbachov y su encantadora nieta, muy parecida a su elegante abuela, Raisa Gorbacheva. La pareja entra en un restaurante Pizza Hut a pocos pasos de la Plaza Roja. Una familia rusa sentada en una mesa ve a Gorbachov, que comparte pizza con su nieta, y comienza a discutir sobre si su legado fue bueno o malo para el país.
“¡Por su culpa tenemos confusión económica e inestabilidad política!”, se queja un hombre de mediana edad.
“Gracias a él tenemos oportunidades y libertad”, responde el más joven.
“Gracias a él tenemos muchas cosas... como Pizza Hut”, apunta una anciana.
El debate termina ahí, con todo el mundo coreando “¡Viva Gorbachov!”. El anuncio se convirtió en un éxito.
De hecho, el anuncio de Pizza Hut reflejaba la realidad cotidiana de millones de personas que culpaban a Gorbachov de todos sus males, mientras que otros los consideraban un hombre valiente que hizo las reformas.
Gorbachov subió al puesto más poderoso de la URSS en 1985 y dirigió el país hasta su caída en 1991. Se hizo famoso como político que inició la caída del Telón de Acero y del Muro de Berlín. Impulsó políticas rompedoras (perestroika y glasnost) que prometían grandes cambios y captaron las esperanzas y aspiraciones de millones de soviéticos. En realidad, según muchos, Gorbachov abrió la caja de Pandora con sus reformas. La perestroika pretendía acabar con varias décadas de estancamiento económico y renovar la economía interior y exterior, mientras que la política de glasnost permitía una libertad de opinión sin precedentes. Pero, como se dice, el camino al infierno está lleno de buenas intenciones y muchos planes resultaron imposibles de cumplir. A finales de la década de 1980, la gente tenía varios trabajos para mantener a sus familias, las familias se desmoronaron, los sueños se rompieron. Los cambios bruscos provocaron escasez de alimentos, causando poco a poco “confusión económica e inestabilidad política”, convirtiéndose en el catalizador de la disolución de la URSS.
Décadas después del colapso de la Unión Soviética, los rusos siguen divididos sobre su controvertido legado.
Sin embargo, el anuncio de la marca de comida rápida no fue el único protagonizado por el antiguo líder de la Unión Soviética.
En 2007, la marca de lujo francesa Louis Vuitton decidió rendir homenaje a la actriz Catherine Deneuve, a la leyenda del tenis Andre Agassi y a su esposa Steffi Graf, así como a Mijaíl Gorbachov.
El anuncio muestra a Gorbachov en el asiento del copiloto de un coche que pasa por delante del emblemático Muro de Berlín, con un bolso de la firma Vuitton a su lado.
El anuncio, fotografiado por Annie Leibovitz, destaca el concepto de viajar con comodidad.
Vuitton dijo que hizo donaciones a la Cruz Verde Internacional, fundada por Gorbachov en 1993, para hacer frente a los problemas de seguridad, pobreza y contaminación ambiental. No reveló el importe de las donaciones.
“Las dos campañas publicitarias en las que participó Mijaíl Gorbachov estaban relacionadas con la necesidad de financiar las organizaciones que él dirigía: la Fundación Gorbachov y la Cruz Verde Internacional”, dijo a RIA Novosti Pável Palazhchenko, intérprete del último líder soviético y jefe del servicio de prensa de la Fundación Gorbachov.
La Fundación Gorbachov fue creada en 1991, tras la expulsión del poder del primer presidente de la Unión Soviética. Realiza “investigaciones sobre problemas sociales, económicos y políticos de importancia crítica en la historia de Rusia y del mundo”. Gorbachov, que acaba de cumplir 90 años, sigue siendo el presidente de la fundación.
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