Los sobrinos de Hitler que cayeron en manos de los soviéticos

Historia
BORIS EGOROV
Hitler ofreció intercambiar a uno de ellos por el hijo de Stalin, que cayó en manos alemanas nada más comenzar la guerra. El líder soviético se negó rotundamente.

Heinz Hitler 

Adolf Hitler, tenía una relación bastante tensa con su hermanastro, Alois Hitler Jr. En cambio, sentía un gran afecto por el hijo de éste, Heinrich (Heinz).

Heinz Hitler, un nacionalsocialista empedernido, soñaba con seguir los pasos de su tío. Con su ayuda, Heinz se matriculó en el Instituto Nacional de Educación Política (Napola) de Ballenstedt, una academia de élite para los futuros líderes del Partido Nazi y las SS. Ese, sin embargo, fue el único favor. Hitler quería que Heinz lo consiguiera todo por sí mismo, sin mover los hilos.

En 1941, Heinz, de 21 años, oficial subalterno del 23º Regimiento de Artillería de Potsdam, participó en la invasión de la URSS, por lo que fue condecorado con la Cruz de Hierro de 2ª clase.

Sin embargo, el período de servicio del joven Hitler duró poco. El 10 de enero de 1942, durante una importante contraofensiva del Ejército Rojo, fue capturado en la región de Vyazma.

Se sabe muy poco sobre el destino posterior del joven nazi. Identificado como pariente del enemigo número uno de la Unión Soviética, Heinz Hitler fue llevado a la prisión de Butyrka en Moscú, donde murió el 21 de febrero. Esto no se supo en Alemania, donde figuraba como desaparecido en combate.

Leo Raubal

Más afortunado fue otro pariente del Führer, el hijo de su hermanastra Angela Raubal, Leo Rudolf Raubal Jr.

A diferencia de Heinz, Leo, a pesar de ser miembro del Partido Nazi desde 1932, mantenía una relación de distancia con la política. Sin embargo, el tío Adolf lo consideraba su sobrino favorito y  a menudo pasaba tiempo con él.

Poco después del estallido de la Segunda Guerra Mundial, Leo, de 32 años, gerente de una planta siderúrgica en la ciudad austriaca de Linz, fue reclutado por el ejército y se unió a la Luftwaffe como teniente del cuerpo de ingenieros.

A finales de 1942, Raubal se encontró en Stalingrado junto con el 6º Ejército, separado de las principales fuerzas alemanas. Su comandante, Friedrich Paulus, sugirió que los heridos de Leo fueran transportados por aire a casa. Sin embargo, Hitler se negó, afirmando que, como oficial, debía permanecer con sus hombres.

El 23 de enero de 1943 fue capturado por las tropas soviéticas. Al principio no se sabía nada de sus vínculos familiares. Fue el propio Leo quien lo expresó por primera vez, y sus palabras fueron corroboradas por otros oficiales capturados.

El teniente Raubal fue llevado a Moscú para ser interrogado. Allí dio información detallada sobre los parientes de su tío, sus hábitos, su rutina diaria y sus intereses, incluida la información sobre el círculo íntimo de Hitler, destacando el grado de influencia que cada uno tenía sobre el Führer. Esta información resultó muy útil después de la guerra, cuando algunos de ellos fueron capturados por la Unión Soviética.

A través de intermediarios, Hitler se ofreció a intercambiar a su querido sobrino por el comandante de la batería de artillería Yakov Dzhugashvili, hijo de Stalin, que estaba en cautividad alemana desde julio de 1941. El líder soviético se negó rotundamente.

En 1949, a pesar de no haber pruebas de culpabilidad, Leo Raubal fue condenado como criminal de guerra y sentenciado a 25 años en el Gulag por apoyar la criminal política de Hitler y por participar en los crímenes del 6º Ejército en suelo soviético.

En 1955, tras una petición del canciller de Alemania Occidental, Konrad Adenauer, miles de criminales de guerra alemanes fueron liberados del cautiverio soviético. Entre ellos estaba Raubal. Regresó a su Linz natal, donde trabajó como profesor de química hasta su muerte en 1977.

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