En numerosas recepciones oficiales se puede ver a miembros de la realeza europea con diademas que se asemejan al antiguo tocado ruso, el kokoshnik. En Rusia lo llevaban las emperatrices y las grandes duquesas desde el gobierno de Catalina la Grande (segunda mitad del siglo XVIII), mientras que en el extranjero la moda de la tiara rusa se desarrolló gracias a la reina Alejandra, esposa del rey Eduardo VII y hermana de la emperatriz rusa María Fiódorovna, esposa de Alejandro III. Algunas de esas tiaras todavía tienen la palabra kokoshnik en sus nombres oficiales, aunque nunca pertenecieron a ningún miembro de la familia real rusa (aquí puedes leer sobre lo que pasó con las tiaras de los Romanov después de la Revolución de 1917).
La tiara kokoshnik de la reina Alexandra
Una de las famosas piezas de joyería de Isabel II del Reino Unido, es la tiara de diamantes kokoshnik con rayos de sol de oro blanco y amarillo. Fue este adorno el que lanzó la moda del “estilo ruso” en la joyería fuera del país eslavo.
La tiara tiene una hermosa historia. En 1888, cuando la reina Alexandra y el rey Eduardo VII celebraban sus bodas de plata, las damas de honor querían hacerle un regalo. Alexandra les pidió una copia exacta de la diadema de diamantes que llevaba su hermana en Rusia. Las damas donaron sus diamantes y ordenaron una tiara a Garrard & Co. También se podía usar como collar, al igual que la mayoría de las diademas rusas. Alexandra estaba encantada con el regalo y a menudo lo llevaba en funciones oficiales, llamándolo su kokoshnik ruso.
La tiara la heredaron las reinas británicas y actualmente es propiedad de Isabel II. Al igual que su madre, abuela y bisabuela, la reina ha hecho apariciones públicas con ella.
Por cierto, Isabel II tiene otra diadema de flecos del siglo XIX en su colección, que usó en su propia boda en 1947 (y que prestó a su nieta Beatrice para su boda en 2020).
Aunque desde la distancia parece una diadema kokoshnik, en realidad tiene una forma diferente y un diseño más modesto.
Kokoshnik esmeralda de Greville
Otra nieta de Isabel II, la princesa Eugenia, también llevó una diadema kokoshnik en su boda en 2018. Esa diadema, hecha de platino con diamantes blancos y rosas y enormes esmeraldas, fue creada en 1919 por el joyero francés Boucheron para Margaret Greville, hija del miembro del Parlamento William McEwan.
Junto con sus otras joyas, legó la tiara a la familia real en 1942. Ahora la tiara pertenece a Isabel II.
Kokoshnik aguamarina sueco
Una de las diademas más fabulosas pertenece a la hermana del rey de Suecia, la princesa Margaretha. Fue usada por primera vez en el siglo XX por Margarita de Connaught, la esposa del futuro rey Gustavo VI Adolfo de Suecia. Se sabe que ella llevó la tiara de Gran Bretaña, de donde era, pero no hay información sobre el joyero que la hizo.
La tiara la heredó su nuera, la princesa Sibylla de Sajonia-Coburgo y Gotha.
Hoy en día pertenece a la hija de esta última, la princesa Margarita, que la lleva de vez en cuando a diversos eventos sociales, al igual que sus sobrinas, la princesa Cristina y la princesa Magdalena.
La tiara negra de Rumanía
La tiara de la reina María de Rumania (al nacer la Princesa María de Edimburgo) fue hecha en 1914 por Cartier. Su base en forma de kokoshnik estaba hecha de acero ennegrecido (la famosa firma francesa de joyería estaba experimentando con diferentes materiales en ese momento). La diadema está adornada con platino, diamantes y rubíes.
Muchas de las piezas de joyería de la Reina María se perdieron durante la Primera Guerra Mundial o fueron vendidas por sus hijos en la década de 1940-1950, después de la caída de la monarquía. Finalmente la tiara regresó a Cartier y ahora se exhibe como una pieza de museo.
Kokoshnik de esmalte azul de la duquesa de Westminster
Esta inusual diadema fue hecha por Chaumet en 1911 para Constance Edwina Cornwallis-West, esposa del duque de Westminster. El esmalte azul parece tela. La diadema está hecha de platino y está decorada con 280 diamantes nomeolvides. La tiara fue vendida en varias subastas, pero el actual duque la ha devuelto a la familia.
No ha sobrevivido ninguna imagen del propietario original usando la tiara.
Kokoshnik granate de la condesa de Rosenborg
Esta tiara fue hecha en los años 30 por un joyero de la corte danesa, Aage Dragsted, para la esposa del príncipe Viggo, nieto del Rey Christian IX de Dinamarca. La pareja no tuvo hijos, por lo que la tiara fue heredada primero por la cuñada del príncipe Viggo, la princesa Margaretha de Suecia, y luego por su nuera, la condesa Ruth de Rosenborg.
Tras la muerte de esta última en 2010, esta exquisita diadema con flores y hojas granates se puso a la venta. Fue vendida en Suiza en 2014 a un comprador anónimo.
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