Todos vimos esa foto, que se convirtió en un meme: dos hombres y una mujer aparecen comiendo perritos calientes en el minuto 120 del agotador partido que disputaron Rusia y España. Rápidamente se dijo en Internet que lo que llevaban eran coronas en vez de kokóshniks.
¿Has visto una foto de Kate Middleton en el bautismo de Louis? Su tocado también puede describirse como una corona.
En cualquier caso, la principal diferencia es que el kokóshnik tiene una cresta alta, como la cola de un gallo (antiguamente en Rusia a los pollos se les llamaba kokoshes).
En la Antigua Rus, las mujeres casadas estaban obligadas a cubrirse la cabeza y a ocultar su pelo. En la cresta del kokóshnik se cosió un trozo de tela que cubría la cabeza y, en ocasiones, el cuello.
Habitualmente era posible determinar la situación de la mujer mediante el cabello y el tocado. Una trenza larga significaba que la chica podía casarse. Si la naturaleza no había sido amable, las chicas se tejían cabellos de caballo en los suyos propios en un intento por demostrar que estaban sanas y eran capaces de tener muchos hijos.
Mientras que las casadas solían hacerse dos trenzas, que se ataban alrededor de la cabeza.
Los kokóshniks eran muy caros porque a menudo estaban forrados con telas caras, perlas y abalorios. Se cuidaban mucho y solo se usaban en algunas pocas ocasiones especiales al año. Los kokóshniks solían ser una reliquia familiar que pasaba de una generación a otra.
En el día a día las mujeres utilizaban povóiniki, unos sombreros suaves que llevaban con un chal atado alrededor para ocultar el cabello.
El más famoso es el kokóshnik puntiagudo o de “un cuerno”, que tiene una prominente cresta en forma de triángulo o media luna. También había kokóshniks cilíndricos con una base plana y redonda, además de otros con forma de silla de montar, similares a los cascos. Casi cada región de Rusia tenía su propia variante de kokóshnik.
Pedro el Grande reprimió a los boyardos, miembros de la antigua aristocracia rusa, y prohibió que las damas de la corte usaran kokóshnik. En su lugar, llegaron a la moda rusa los vestidos con escote al estilo europeo (de cuello bajo), lo que supuso un doble golpe para las mujeres casadas. Posteriormente, los kokóshniks estuvieron asociados con los comerciantes y los campesinos.
Sin embargo, Catalina la Grande, que había nacido en Alemania, quiso enfatizar su respeto por las tradiciones rusas, y volvió a retomar el kokóshnik como un elemento de los vestidos de gala, e incluso apareció en alguna ocasión retratada con esta diadema.
Durante la guerra contra Napoleón de 1812, la alta sociedad rusa, que había sido francófila, volvió a sus raíces y a lo largo del siglo XIX los retratos de damas de la corte y emperatrices con kokóshniks era algo habitual.
En 1903, Nicolás II celebró un baile de disfraces, en honor al 290 aniversario de la casa de Romanov. Los miembros de la aristocracia aparecieron ataviados con trajes nacionales rusos de la era preeuropea, ricamente decorados con joyas y telas caras. Las damas usaban sarafanes y kokóshniks.
Se tomaron numerosas fotografías del baile y las imágenes de los magníficos trajes aparecieron en la parte posterior de la baraja rusa, publicada en estilo ruso en 1913. El mismo Nicolás II fue el modelo para el rey de corazones.
Por cierto, un traje de la reina Amidala en Star Wars también se inspiró en este baile imperial.
La bailarina Anna Pávlova bailó en la los ballets de Diághilev con un ‘kokóshnik’.
Getty ImagesDebido a los emigrantes y a los bailarines rusos, pronto aparecieron los kokóshniks en las cabezas de las novias europeas. María de Teck, la esposa del británico Jorge V, se puso uno en su boda. La bailarina Anna Pávlova bailó en la los ballets de Diághilev con un kokóshnik. También lucieron el icónico tocado cantantes de ópera, actrices y mujeres del mundo de la moda, tal y como se aprecia en las crónicas fotográficas de aquellos años.
Colección de avance de otoño de 2009 de Chanel Paris-Moscú.
En la colección de avance de otoño de 2009 de Chanel Paris-Moscú, Karl Lagerfeld presentó su interpretación de los kokóshnik y las matrioshkas.
En 2011, Courtney Love actuó con un kokóshnik en el festival de música Picnic Afisha, y J.Lo lució una versión moderna de la tradicional diadema en la versión rusa de Harper's Bazaar en 2014.
Courtney Love con un kokóshnik en el festival de música Picnic Afisha.
También atrae a artistas modernos como Johann Nikadimus, que utiliza materiales vintage para rehacer kokóshniks sacados de un libro de ilustraciones de Iván Bilibin y de cuadros de Víktor Vasnetsov.
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