Este hombre fue descrito a menudo como gobernante no oficial de Rusia. Se las arregló para ganarse el corazón de la más formidable y poderosa emperatriz rusa, Catalina la Grande. Incluso comparada con esta gran mujer, al príncipe Grigori Potemkin se le puede considerar un gran personaje.
1. Consiguió sus primeros éxitos no gracias a la riqueza, sino a su ingenio
Grigori Potemkin era el hijo de un comandante retirado de la provincia de Smolensk, que murió cuando el futuro príncipe tenía siete años. Potemkin fue criado por su madre, que lo envió a una escuela de educación secundaria afiliada a la Universidad de Moscú. Al inscribirse en la universidad, un año más tarde recibió una medalla por sus logros en ciencias, y dos años después formó parte de los doce mejores estudiantes de la universidad. Aunque no terminó la universidad, Potemkin se dio a conocer en la corte y se unió al regimiento de Guardias a Caballo.
2. Su apariencia y carácter contribuyeron a su progreso
“Siendo alto, era de una complexión proporcionada, tenía músculos fuertes y un pecho alto. Nariz aguileña, cejas altas, bellamente arqueadas, bonitos ojos azules, tez hermosa con un delicado rubor, pelo rubio suave y rizado, dientes uniformes y deslumbrantes”, así es como su biógrafo, el historiador Vasili Ogarkov, describió a Potemkin en su mejor momento. Potemkin no era sólo un hombre guapo: era fuerte de verdad y nunca temió ninguna dificultad. Solía decir: “Soy consciente de las dificultades, pero me encanta trabajar con gente capaz de superarlas.”
“Es muy valiente, se detiene pese a los disparos y da las órdenes con calma... Mientras espera el momento del peligro, se preocupa mucho, pero una vez ente este, se vuelve alegre, y cuando está rodeado de placeres, se aburre... Con los generales discute de teología, y con los obispos, habla de la guerra”, escribió el diplomático austriaco Conde de Ligne sobre Potemkin.
No hace falta decir que Potemkin era muy popular entre las mujeres - y estaba enamorado de la más poderosa de ellas, la Emperatriz Catalina la Grande.
3. Pudo haberse casado con Catalina la Grande
Entre los favoritos de Catalina II, Grigori Potemkin era el más cercano a ella y el que más respetaba. Se rumoreaba que se casaron en secreto. Según la tradición rusa, una emperatriz no podía casarse con un hombre tan inferior a ella socialmente: ella era una emperatriz, mientras que él era un noble de bajo escalafón. Y aunque a mediados de 1770, Potemkin ya era un general adjunto y poseía enormes propiedades, las había obtenido por su propio esfuerzo, en lugar de ganarlas por herencia. Además, aunque hubiera pertenecido a los más altos rangos de la nobleza, no tenía sangre real. Lo que significaba que la emperatriz no podía casarse con él oficialmente. Sin embargo, durante mucho tiempo, vivieron en el Palacio de Invierno como marido y mujer. Los aposentos privados de Potemkin estaban justo encima de la habitación de la emperatriz. Sólo él podía entrar en las estancias de la emperatriz en cualquier momento y sin ser invitado previamente. En las cartas, ella se dirigía a él como “mi querido esposo”, y se llamaba a sí misma esposa y cónyuge.
4. A pesar de su alto prestigio, mantuvo sus hábitos de clase baja
“El principal mordedor de uñas del Imperio” - así es como, de forma algo cáustica, Catalina se refirió a Grigori Potemkin en alguna ocasión. De hecho, cuando pensaba profundamente, el príncipe tendía a morderse las uñas, y no hubo forma de deshacerle de este hábito, incluso cuando se convirtió en la segunda persona más importante del país. Adoraba la comida campesina más simple (empanadillas, gachas, verduras crudas) y siempre la guardaba en sus habitaciones. En cartas privadas y cuando hablaba con sus subordinados, maldecía mucho. Sin embargo, cuando le resultaba importante para su carrera, Potemkin podía vestirse impecablemente y ser exquisitamente educado.
5. Incluso después de dejar de ser amante de Catalina, siguió siendo su amigo y consejero
En 1774, Potemkin fue nombrado gobernador de la entonces recién creada provincia de Novorosíisk. Ya no estaba tan cerca de Catalina como antes, y sufrió la separación de forma aguda. Sin embargo, fue él quien, en 1775, presentó a Catalina a su subordinado, Peter Zavadovski, quien se convirtió en su secretario y favorito. Potemkin continuó escribiendo a Catalina sobre asuntos de estado y siguió siendo su principal consejero.”No tienes iguales”, le escribió la emperatriz. Potemkin tenía suficientes asuntos importantes para ocuparse de él: dirigía Novorosíisk y tenía encomendada la conquista de Crimea. Además, en 1775, comenzó a reformar el Ejército.
6. Eliminó la obligatoriedad de los soldados rusos de llevar pelucas
Potemkin era un auténtico militar y sabía lo importante que es que los soldados se sientan cómodos. Antes de su reforma, estos tenían que llevar pelucas trenzadas, que debían ser enrolladas en una barra de acero. Potemkin escribió: “Rizar, empolvar, tejer trenzas, ¿es esto un asunto de soldados? ¡No tienen asistentes!”. Eliminó el requisito de que los soldados llevasen pelucas y trenzas, aunque los oficiales siguieron luciéndolas.
Potemkin también ordenó algunos cambios en el uniforme del Ejército: en lugar de abrigos dobles de lana y cinturones ajustados (ese uniforme era hermoso, pero terriblemente incómodo), implantó pantalones, chaquetas y botas simples. Los elaborados sombreros fueron reemplazados por prácticos cascos. Pero la idea central de su reforma era el aumenta el respeto por el soldado: Potemkin prohibió el uso de estos como mano de obra gratuita, habló repetidamente de la necesidad de tener una actitud humana hacia los soldados y cuidó de su salud, porque sabía que en una guerra mueren más soldados por la suciedad y la enfermedad que por las balas y los proyectiles.
7. Incorporó Crimea al Imperio ruso
Como gobernador de Novorosíisk, Potemkin desarrolló un plan para conquistar la vecina Crimea. Tras la victoria de 1774 contra el Imperio otomano, en la que Potemkin jugó un papel importante, en virtud del tratado de paz, el Janato de Crimea fue declarado un estado libre. Sin embargo, los turcos no tenían ninguna prisa por retirar sus tropas de la península. Bajo el liderazgo de Potemkin, durante muchos años, los rusos lograron (y sin derramar sangre) llegar a un acuerdo con los turcos y con la población de Crimea sobre la unión de ésta con Rusia. En 1783, en la cima plana del Monte Aq Qaia, Grigori Potemkin recibió personalmente un juramento de lealtad a la corona rusa por parte de la nobleza y el pueblo de Crimea. Por unir Crimea al Imperio Ruso, Potemkin fue premiado con el rango de mariscal de campo.
8. Organizó el viaje de Catalina la Grande por Crimea...
En 1787, Potemkin llevó a la emperatriz de 57 años a Crimea. En términos de escala, organizar un evento así supuso un esfuerzo increíble. Catalina fue acompañada por toda la corte, unas 3.000 personas. La procesión imperial estuvo formada por 14 carruajes, 124 trineos con carros y 40 de repuesto. Catalina montó en un carruaje para 12 personas tirado por 40 caballos, siendo acompañada por cortesanos, sirvientes, así como por diplomáticos extranjeros.
La ruta emprendida por la emperatriz (el viaje comenzó en invierno) estuvo iluminada por antorchas o barriles ardiendo casi todo el camino. En todas las paradas importantes, fue recibida por los gobernadores generales, y en Crimea, a Catalina se le unió el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, José II. La emperatriz pasó 12 días en Crimea. Después de este viaje, concedió al príncipe el título de Potemkin-Tauricheski (Crimea era conocida también como Táurida o Táurica).
9. Creó una “Compañía de amazonas” para la emperatriz
En 1787, Potemkin le contó a Catalina cómo los valientes griegos que vivían en Crimea habían luchado contra los turcos acompañados de sus esposas. Cuando Catalina dudó de la historia, Potemkin prometió entregar a la emperatriz pruebas del coraje de aquellas mujeres y ordenó la creación de una compañía de 100 mujeres soldado. Este encargo fue entregado al jefe del Batallón Griego de Balaklava, que consistía en griegos que habían huido de la opresión del Imperio otomano. Fueron las esposas e hijas de esos soldados las que formaron la “Compañía amazónica”, encabezada por Elena Sarándova, de 19 años, la primera mujer con rango de oficial en el Imperio ruso.
Las “amazonas” recibieron un entrenamiento intensivo en equitación, esgrima y tiro. El 24 de mayo de 1787, esta unidad fue recibida por Catalina en el pueblo de Kadikei Montando sus finos caballos, las guerreras se vistieron con coloridos uniformes: faldas de terciopelo carmesí y chaquetas verdes adornadas con galones dorados. Sus cabezas estaban cubiertas con turbantes blancos decorados con lentejuelas doradas y plumas de avestruz. La emperatriz quedo muy satisfecha con lo que vio. La Compañía de Amazonas acompañó a Catalina en su viaje a través de Crimea y se disolvió después de que este terminara. Las amazonas rusas nunca participaron en ninguna batalla.
10. Murió como un verdadero guerrero, en campo abierto
En 1791, Potemkin, que tenía 52 años en aquel momento, estaba llevando a cabo negociaciones de paz con los turcos en la ciudad de Iași, concluyendo otra guerra entre Rusia y el Imperio otomano. En el camino de Iași a Nikolaev, Potemkin enfermó repentinamente. Ordenó que le llevaran del carruaje y murió prácticamente en campo abierto.
Catalina quedó devastada por la noticia de la muerte de Potemkin. “¡Mi estudiante, mi amigo, se podría decir, mi ídolo, el Príncipe Potemkin-Tauricheski ha muerto!”
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