El 14 de diciembre de 1959, el periódico estadounidense The Gadsden Times, de Alabama, publicó un informe de Associated Press titulado Oberth Believes Astronauts Lost (“Oberth cree que han muerto astronautas”). En el artículo, uno de los fundadores de la ciencia de los cohetes y la astronáutica, el científico alemán Hermann Oberth, afirmaba que sabía por informes de la inteligencia estadounidense y otras fuentes que los rusos habían llevado a cabo varios intentos infructuosos de enviar personas al espacio.
“Los rusos utilizan una base de misiles cerca de las montañas del Elbrus, cerca de la frontera iraní, como lugar de lanzamiento de cohetes espaciales con humanos. Los rusos han experimentado durante dos años con cohetes tripulados pero aún no han utilizado pilotos de prueba de primera línea en sus naves espaciales”, se citaba al influyente científico.
El artículo se publicó en 1959. Dos años después, la Unión Soviética anunció públicamente que había enviado con éxito un hombre al espacio. Sin embargo, todavía hay rumores de lanzamientos fallidos que habrían precedido a la misión Vostok-1 con Yuri Gagarin a bordo.
Una muerte secreta en aislamiento
De hecho, antes del primer vuelo tripulado al espacio reconocido universalmente, hubo accidentes mortales en los que estuvieron involucradas personas relacionadas con el programa espacial soviético. Uno de los primeros casos fatales fue la muerte de un miembro del escuadrón de cosmonautas soviético, Valentin Bondarenko.
Una de las pruebas que los candidatos a la primera escuadra de cosmonauta tuvieron que pasar fue pasar una larga estancia en una cámara de aislamiento, una habitación insonorizada y mal iluminada. Aquí, los líderes de la carrera espacial de la URSS imitaban el aislamiento que los cosmonautas tendrían que experimentar durante un vuelo al espacio y estudiaban el efecto que la soledad y el completo silencio pueden tener en una persona.
En pocas palabras, Bondarenko fue encerrado en una celda de aislamiento, donde la presión del aire se redujo y los niveles de oxígeno se elevaron artificialmente al 40% (casi el doble de media en la Tierra). Estas condiciones convirtieron experimento en una tragedia.
Después de una prueba médica, Bondarenko retiró un sensor que estaba fijado en su cuerpo, limpió el lugar donde estaba fijado con alcohol y se deshizo del bastoncillo de algodón. Desafortunadamente, por puro descuido, el algodón cayó en una estufa caliente y se incendió. Debido al alto contenido de oxígeno en el aire, el fuego en la cámara de aislamiento se extendió demasiado rápido, engullendo, entre otras cosas, la ropa de Bondarenko.
Debido a la diferencia de presión, la puerta de la cámara no pudo abrirse de inmediato, por lo que la víctima no pudo recibir asistencia médica urgente. Bondarenko fue llevado al hospital con quemaduras, pero los médicos no pudieron salvarlo. Murió 19 días antes de que el primer hombre viajase al espacio.
Una misión espacial seguida de cautiverio en china
Dos días antes del histórico vuelo de Yuri Gagarin, el corresponsal en Moscú del periódico americano The Daily Worker, Denis Ogden, publicó un artículo sensacionalista.
Según el periodista, el hijo del legendario diseñador de aviones y piloto de pruebas soviético Vladímir Iliushin se convirtió en el primer hombre en el espacio, pero debido a una emergencia, tuvo que interrumpir el vuelo y volver a tierra. Comenzaron a circular rumores de que Iliushin no había aterrizado en la URSS, sino en territorio chino [por un aterrizaje forzoso no guiado en China]. Supuestamente fue capturado por los chinos, que querían averiguar los secretos del programa espacial soviético.
Además, el periodista afirmó que el primer cosmonauta había sufrido graves lesiones físicas [aterrizó ‘malamente', sufriendo problemas físicos y mentales], mientras que el gobierno soviético trató de ocultar el accidente haciéndolo pasar por uno de tráfico.
Los rumores de un aterrizaje de emergencia del “primer cosmonauta” en otro estado fueron alimentados por una película de 1999, The Cosmonaut Cover-Up (algo así como “La columna de humo sobre el cosmonauta”), que trataba de probar la teoría de la conspiración que afirma que el primer vuelo tripulado al espacio había terminado en una tragedia.
Sin embargo, en todos los años transcurridos hasta 2020, los partidarios de esta teoría no han podido aportar ninguna prueba del supuesto fracaso del vuelo de Iliushin al espacio, mientras que dicho propio piloto de pruebas ascendió al rango de general de división del ejército soviético y murió en Moscú en 2010.
Hubo otros rumores, menos conocidos, acerca de que supuestamente hubo muertes entre los “primeros” cosmonautas. Sin embargo, como señala Larisa Uspénskaia, la jefa del archivo del primer escuadrón de cosmonautas: “El único candidato al título de cosmonauta número 0 sería el maniquí Iván Ivánovich”.
El maniquí, llamado en broma Iván Ivánovich, y un perro llamado Zvezdochka realizaron su primer vuelo espacial el 21 de marzo de 1961, allanando el camino para el triunfo de la histórica misión de Yuri Gagarin.
Pincha aquí para leer sobre la misteriosa (¿?) muerte de Yuri Gagarin