Breve historia de las tarjetas de crédito en Rusia

Historia
KSENIA ZUBACHOVA
El dinero de plástico llegó a la URSS a medida que fueron llegando al país los turistas extranjer. Pero no fue hasta los años 90 que Rusia fue testigo del verdadero auge del mercado de pagos sin dinero en efectivo.

Las tarjetas de crédito llegaron a la URSS desde Occidente mucho antes de la desaparición del país socialista. American Express abrió una oficina en 1958, seguida por Diner's Club, otro proveedor pionero de servicios de tarjetas de crédito en EE UU, que fue la primera compañía independiente de tarjetas de pago en el mundo. Básicamente se dedicaron a las  necesidades de los turistas extranjeros que viajaban a la URSS

VISA (entonces Americard), Eurocard y la japonesa JCB International llegaron a la URSS en los años 60. El pago con tarjeta se aceptaba en ciertos hoteles, bares, restaurantes y tiendas Beryozka, que vendían artículos escasos y de lujo y se podían adquirir con moneda extranjera o rublo. 

Curiosamente, Eurocard, que fue la última compañía en llegar, resultó ser la primera en emitir tarjetas. En 1986, el Vneshtorgbank de la URSS, que tenía los derechos exclusivos para realizar transacciones con divisas (rebautizado en 1988 como Vneshekonombank de la URSS) emitió las primeras tarjetas de pago soviéticas para los funcionarios del gobierno y, dos años después, las primeras tarjetas Visa para los miembros del equipo olímpico soviético que fueron a Seúl. 

Sin embargo, estas primeras tarjetas nunca se utilizaron realmente, y no fue hasta más tarde cuando el Vneshekonombank comenzó a emitir tarjetas para aquellos que recibían ingresos en moneda extranjera y viajaban a menudo fuera del país. Hasta 1990, el banco emitió alrededor de 800 de esas tarjetas “Gold”, pero no pasó mucho tiempo antes de que despegara el mercado de bancos comerciales que puso fin al monopolio soviético. 

En 1990, Kredobank fue el primero de los bancos comerciales en recibir una licencia de divisas, así como el primero en comenzar a emitir tarjetas Visa, al año siguiente. El 21 de septiembre de 1991, el director de Kredobank, Ígor Lipanov, realizó el primer pago con  Visa en los grandes almacenes Kalinka-Stockmann de Moscú, al comprar unos cigarrillos Marlboro y una cervezas Heineken. Según se cuenta, celebraron al instante el momento bebiendo toda la cerveza y fumando. 

Si bien la ocasión fue realmente importante, hubo un revés significativo para los clientes potenciales. En teoría cualquiera podía obtener la tarjeta de Kredobank, pero las condiciones eran bastante sorprendentes: había que hacer un pago inicial de 10.000 dólares y tener un depósito de seguro de 10.000 dólares más. Además, el servicio anual de la tarjeta costaba 100 dólares y el banco obtenía el 3% de las retiradas de efectivo y un 1% en todas las transacciones. 

A medida que el número de bancos comerciales que ofrecían tarjetas de pago crecía y la competencia aumentaba, las condiciones mejoraron y, gradualmente, gracias a los contratos con los empleadores sobre las transferencias de salarios, las tarjetas bancarias llegaron a los bolsillos de los rusos comunes.

En comparación con Occidente, el verdadero auge de las tarjetas de pago se produjo en Rusia hace poco tiempo. Sin embargo, durante estas últimas tres décadas que esta brecha permitió al sistema bancario del país introducir nuevos cambios que anunciaron una era de rápido desarrollo. Los financieros no tuvieron que reconstruir la infraestructura existente o lidiar con el conservadurismo de los clientes. Como resultado, los bancos rusos están ahora a la cabeza de la lista de los más innovadores del mundo.

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