Un soldado ruso lleva cogidos de las orejas a un soldado alemán y a otro austriaco, como si fueran dos niños traviesos.
Los soldados rusos siempre parecen mendigos, vestidos con harapos y con cara de borrachos.
“¡Quiero ser Napoleón!”, dice el emperador alemán Guillermo II. “Bueno, nosotros os ayudaremos” es la respuesta rusa.
Movilización a la rusa: alcohol en lugar de soldados.
Un oso polar ruso obliga a Guillermo II y Francisco José I de Austria a buscar refugio en un árbol.
“Querida Patria, tranquilízate” es una frase del himno patriótico alemán “Die Wacht am Rhein” (La guardia del Rin).
El emperador alemán se aterroriza ante el ataque de un cosaco.
“Por cada tiro, un ruso”
“Rusia representa la verdad”
Soldados alemanes y austriacos se enfrentan a una hidra de ocho cabezas.
Un bogatir, legendario guerrero de los cuentos populares eslavos, decapita a un dragón de tres cabezas. La cabeza austriaca ya ha sido seccionada; la alemana y la otomana le seguirán en breve.
“Para nuestra colección de animales salvajes”: un oso ruso es capturado para ampliar la colección de animales de las Potencias Centrales. Bajo las patas del oso se arrastra un aliado humillado de Rusia, Serbia.
“Al borde”. Al arrastrar al Imperio otomano a la guerra con Rusia, Alemania y Austria lo empujan al abismo.
Cada uno recibirá lo que se merece. Bélgica ya está vencida, ahora le toca a Rusia.
Los líderes alemanes y austriacos, pequeños enanos, serán eliminados como moscas.
Pincha aquí para ver qué dibujaban los ases soviéticos en sus aviones durante la Segunda Guerra Mundial.