1. Nöteborg (1702)
El asedio de la fortaleza sueca de Nöteborg (antigua fortaleza rusa de Oréshek) en el nacimiento del río Nevá durante la Gran Guerra del Norte (1700-1721) supuso uno de los primeros grandes retos para el nuevo ejército ruso, creado por el emperador Pedro el Grande.
El ejército ruso superaba en número a la guarnición sueca (12.500 contra 450). Sin embargo, el asalto fue sangriento y duro. Sólo después de 13 horas de lucha los suecos se rindieron y recibieron el honorable derecho a abandonarla para partir hacia la fortaleza sueca más próxima. Perdieron 200 hombres, mientras que las bajas rusas ascendieron a más de 500.
2. Bender (1770)
El asedio y la captura de la fortaleza otomana de Bender fue uno de los sucesos clave de la guerra ruso-turca (1768-1774), y permitió a Rusia tomar el control de la región de Moldavia. Después de dos meses de asedio, el 16 de septiembre de 1770, un ejército ruso de 33.000 efectivos, dirigido por el general Piotr Panin, lanzo un ataque contra la guarnición otomana protegida por 12.500 soldados.
El fuego de artillería causó un incendio en la fortaleza y esto ayudó significativamente a los atacantes. Tras la caída de las murallas, la lucha se desató en el interior de la fortaleza y duró toda la noche hasta que la fortaleza se rindió. Los otomanos sufrieron más de 7.000 hombres, mientras que las bajas del Ejército ruso fueron de 1.700 efectivos, las más altas que sufrió durante esta guerra.
3. Izmaíl (1790)
Izmaíl, una de las fortificaciones más sólidas del Imperio otomano, estaba situada a orillas del Danubio en la región estratégicamente importante de Budzhak, cerca del mar Negro. La fortaleza, que se creía inexpugnable, tenía una guarnición de 35.000 hombres y 260 cañones de artillería. Sin embargo, la fortaleza fue sitiada y capturada por el Ejército ruso el 22 de diciembre de 1790, durante la guerra ruso-turca (1787-1792).
A pesar de que el comandante en jefe ruso, Alexánder Suvórov, contaba con menos tropas que el enemigo (31.000), logró atacar simultánea y eficazmente la fortaleza desde tres direcciones, incluyendo la del río Danubio, algo que cogió a los otomanos completamente desprevenidos.
Las bajas otomanas fueron enormes. Más de 26.000 soldados de la guarnición murieron, y los rusos perdieron más de 2.000 hombres.
4. Przemyśl (1915)
El asedio más largo durante la Primera Guerra Mundial, el asedio de la fortaleza austrohúngara de Przemyśl por parte de las tropas rusas duró desde el 17 de septiembre de 1914 hasta el 22 de marzo de 1915.
La fortaleza estaba perfectamente preparada para el asedio: 130.000 soldados distribuidos en 44 fortines fueron equipados con modernos obuses de 150 mm y morteros de 210 mm. Las tropas rusas se estimaban en más de 300.000 hombres.
Los ataques rusos y los intentos austriacos de levantar el bloqueo no condujeron a nada hasta que los rusos obtuvieron artillería pesada. Sufriendo el fuego de artillería y carentes de suministros, las tropas austro-húngaras hicieron un último intento de ruptura el 18 de marzo. Sin embargo, perdieron 4.000 hombres y se rindieron cuatro días después.
Durante todo el período del asedio, Rusia perdió 115.000 soldados, mientras que los austriacos tuvieron 86.000 bajas.
5. Erzurum (1916)
La base principal de las tropas otomanas en el Cáucaso, Erzurum, tenía una larga línea de fortificaciones situadas en montañas inalcanzables. Fue asediada por el Ejército ruso en el invierno de 1916. El comandante del Ejército ruso, el general Nikolái Yudénich, se dio cuenta de que la fortaleza no podía ser capturada con un ataque directo y decidió intentar algo astuto.
En la noche del 11 de febrero, durante una fuerte tormenta de nieve, las tropas rusas asaltaron el bastión turco usando camuflaje de invierno. Los soldados otomanos no podían verlos correctamente y disparaban al azar, causando poco daño. Esto permitió a las tropas rusas llegar con éxito hasta las fortificaciones enemigas. Comenzaron a tomar los fuertes uno a uno hasta que el 16 de febrero, Erzurum cayó.
Toda la campaña invernal del Ejército ruso, que resultó en la toma de la ciudad, costó 2.300 bajas eslavas, mientras que los otomanos perdieron más de 66.000 soldados. Para los rusos, el camino al corazón del Imperio otomano quedaba despejado.
6. Königsberg (1945)
Cuando el avance soviético sobre Königsberg comenzó el 6 de abril de 1945, la ciudad ya se había convertido en una bien defendida ciudad-fortaleza con 15 fortines, numerosos nidos de ametralladoras, fábricas militares clandestinas, arsenales y almacenes. Los bandos enfrentados eran casi iguales en cuanto a efectivos: 137.000 soldados soviéticos contra una guarnición alemana de 130.000 efectivos.
Después de que la aviación soviética suprimiese las principales fuerzas de resistencia, las tropas de tierra iniciaron una ofensiva que duró 4 días. Paso a paso, las unidades de asalto apoyadas por fuego de artillería capturaron partes de la ciudad. Después de que el puerto y la estación de ferrocarril fuesen tomados, y la importante línea ferroviaria Königsberg-Pillau fue cortada, la guarnición alemana quedaba al borde de la catástrofe. Se rindió el 9 de abril.
Las tropas soviéticas capturaron Königsberg con relativamente poco derramamiento de sangre. Sólo perdieron 3.700 hombres, mientras que las bajas alemanas fueron mucho más altas, llegando al número de 42.000.
7. Berlín (1945)
El baluarte más importante jamás capturado por el Ejército ruso en su historia fue Berlín, en 1945. Las tropas alemanas habían convertido el centro de la ciudad en una fortaleza inexpugnable.
Las calles estaban bloqueadas con barricadas de 4 metros de espesor, las casas se convirtieron en blocados y se instalaron numerosos búnkeres. Los defensores utilizaron activamente el metro de Berlín para realizar maniobras ocultas y protegerse contra ataques aéreos y de artillería.
Más de 120.000 tropas y milicias alemanas defendieron la capital del Tercer Reich. Las tropas soviéticas, junto con el Ejército Popular Polaco, eran cuatro veces más (460.000), pero el uso de tanques y unidades blindadas, debido a las estrechas calles de Berlín, quedaba limitado.
La lucha callejera comenzó el 25 de abril y terminó el 2 de mayo, cuando la guarnición bajo el mando del general Helmuth Weidling se rindió. Las tropas soviéticas perdieron más de 100.000 hombres, mientras que las bajas alemanas fueron de alrededor de 75.000 soldados.
Aquí mostramos dos de las conquistas más problemáticas para Rusia, que se prolongaron durante años y se cobraron gran cantidad de vidas.
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