La Santa Alianza de 1815 se dio tras la caída del imperio napoleónico. El 26 de septiembre el zar Alejandro I, el emperador austríaco Francisco I y el rey prusiano Federico Guillermo III firmaron en París el acto de la Santa Alianza.
Francia se unió en noviembre. Posteriormente reunió a todos los monarcas europeos excepto a los del Reino Unido. También quedó fuera el Imperio otomano.
Los objetivos de esta Alianza eran el mantenimiento de las fronteras que había después de la guerra y una lucha inflexible contra las acciones revolucionarias.
Así, se suprimieron los movimientos revolucionarios en España (1820-1823), en Nápoles (1820-1821), en el Piamonte (1821) y en Grecia (1821). Sin embargo, los desacuerdos entre los miembros, sobre todo en lo referido a la interferencia en los asuntos internos de los otros países, hizo que la unión dejara de existir en la década de 1830. Su último congreso tuvo lugar en 1823.