El joven Boris Senin Carhuallanqui Parian, de Perú, está estudiando en la Escuela Superior de Economía (HSE, por sus siglas en inglés) desde hace casi dos años. En una entrevista con Russia Beyond nos cuenta qué oportunidades tienen los estudiantes en Moscú y habla de su vida en la capital rusa.
- ¿Cómo surgió la idea de venir a Moscú?
- La idea de ir al extranjero se me ocurrió cuando terminé la universidad en 2014 y obtuve mi grado de bachiller en 2015. Entonces empecé a ver lo que necesitaba para ir al extranjero: el inglés, buenas notas... Me postulé para las becas de los tres países: Alemania (La Universidad de Leipzig), Rusia (me postulé mediante Open Doors, un programa para extranjeros de la HSE) y Australia (Universidad de Queensland). Entonces, estuve viendo los programas y el programa que escogí estaba muy bien situado en el ránking internacional, por eso decidí venir a Rusia. Tenía el mismo nivel que el de la Universidad de Leipzig, pero el programa en Rusia era mejor que el de Alemania.
- ¿Has estudiado el ruso antes de venir?
- No, lo empecé a estudiar en Rusia. Al inicio, cuando llegué pensaba que iba a poder hablar en ruso rápido, pero no era así. (Se ríe). El idioma ruso es muy complejo, no es como el inglés, donde la misma palabra se utiliza en varios contextos y es más simplificado. El ruso requiere mucho más tiempo. Por eso decidí cambiar mi programa en la universidad al inglés y esto me ayudó bastante.
- ¿Te costó mucho adaptarte al idioma ruso?
- Al principio era más fácil comunicarme con hispanohablantes. Yo hablo bien el inglés pero me he llevado la sorpresa de que aquí mucha gente no habla inglés. (Se ríe). Pensaba que iba a poder comunicarme en inglés con los policías pero no fue el caso. (Se ríe). Luego hablo en inglés con los estudiantes de diferentes países, y donde sí hice amigos es en mi maestría. Somos 33 personas, y 11 de ellos han venido de distintos países: Turquía, la India, África, países de Medio Oriente... Tengo varios amigos ahora.
- ¿Viniste con una beca?
- En la beca de Open Doors participaron entre 50 y 60 mil personas y obtuve el 8º puesto en mi facultad, si no me equivoco. Pero por haber obtenido esta beca, me han dado la beca del gobierno peruano PRONABEC. El año pasado me postulé y vieron que tenía buen rendimiento y el hecho de haber obtenido la beca de Open Doors me dio más puntos y pude obtener la beca peruana. Además, tengo un estipendio que me permite vivir comodamente.
- ¿Es caro vivir en Moscú? ¿Qué recomendarías a otros estudiantes?
- Como yo soy de provincia me resulta un poco caro, pero Moscú no es tan cara como Florida, Chicago y la mayoría de las ciudades europeas. Entonces, yo recomendaría a los estudiantes primero que hagan sus ahorros o que puedan trabajar aquí. Además, si estudias muy bien hay unas becas para estudiantes sobresalientes en HSE, a mi me dieron 90.000 rublos (aproximadamente, 1.000 dólares) más en diciembre. Con esto puedo vivir muy cómodamente.
- ¿Cuáles han sido tus primeras impresiones de Moscú?
- Antes de venir a Rusia, he podido visitar otros países: Bolivia, Chile, en 2018 pude ir a EE UU. Las primeras impresiones fueron que Moscú sobrepasó mis expectativas. Me pareció una ciudad supergrande, supermoderna. Lo que más me gustó fue el transporte que funciona muy bien: el metro, los buses, las paradas, está todo muy bien organizado. Además, es una ciudad bastante limpia. Y la gente nunca me ha tratado mal.
- ¿Cómo te llevas con el clima ruso?
= Para mi fue fácil. (Se ríe).
- ¿Por qué?
- Yo soy de la selva pero he vivido muchos años en la sierra, entonces la temperatura llegaba a -5ºC e iba con un polo. Pero a -15-20ºC me abrigo bastante. Es más, quiero ir a Yakutia, quiero experimentar el frío extremo, ver el lago Baikal.
- Desde que estás aquí, ¿ha cambiado tu visión de Rusia?
- Definitivamente, ha cambiado. Si bien es cierto en Latinoamérica tenemos una visión de que Rusia es un país que tiene una economía fuerte (creo que es la novena economía más grande del mundo), su capital está muy desarrollada, pero pensamos que los rusos son muy fríos, muy serios. Creo que esto ocurre porque nosotros no conocemos el idioma, me acuerdo de que antes de estudiar el idioma para mí el ruso y el alemán sonaban parecidos, pero ahora no. (Se ríe). Uno se da cuenta con el tiempo. Además, cuando empiezas a interactuar con los rusos, tú tienes que empezar a hablar y luego ves que la persona poco a poco va agarrando confianza y son buena gente. En este aspecto ha cambiado mucho mi visión de Rusia.
- ¿Tienes lugares favoritos en Moscú?
- Como soy ingeniero industrial me gusta todo lo que está relacionado con el espacio, matemáticas, ingeniería. En VDNJ está el Museo de la Cosmonáutica y el Museo de la Cosmonáutica y la Aviación que son lugares totalmente asombrosos, porque puedes ver la historia de la carrera espacial entre la URSS y EE UU, distintos satélites, los cohetes que desarrollaron, todo lo que tiene que ver con Yuri Gagarin, la perrita Laika... Es muy bonito ver este desarrollo y también la tecnología que se está desarrollando ahora.
Un lugar al cual voy es el bar latino Pancho Villa, porque hay comida rica de México y buen ambiente, o al restaurante peruano Lima. Pero también me encantó Cheburéchnaia [un restaurante al estilo soviético, nota de la redacción], los cheburek están muy ricos. Y me gusta mucho el kvas, el kéfir, los productos lácteos son muy buenos en Rusia, el chocolate también es muy rico. Cuando regrese a Perú quiero llevar mucho chocolate y el queso.
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