7 discotecas icónicas de Moscú en la década de los años 2000 (Fotos)

Estilo de vida
EKATERINA SINÉLSCHIKOVA
Los primeros años de la década de 2000 fueron el apogeo de la vida nocturna moscovita. Los clubes dejaron de ser algo exótico para convertirse en parte importante del código cultural. Algunos de estos locales adquirieron estatus de culto: toda una generación pasó su juventud en ellos. He aquí un repaso a algunas de las fiestas más vistosas.

1. Night Flight (1991-2020)

La más antigua y la primera discoteca de verdad de Moscú, en pleno centro de la ciudad, en la calle Tverskaia, abierta en colaboración con empresarios de Suecia (por lo que más tarde recibió el apodo de "Embajada de Suecia"). En la década de 1990, el local destacaba por su contingente, al que acudían sobre todo extranjeros y gánsteres. Pero ya en la década de 2000, cada vez era más frecuente encontrar a moscovitas entre los clientes del club.

Yuri Giverts, uno de los fundadores, recordó más tarde cómo era el ambiente: "Había chaquetas carmesíes [como llamaban a los 'nuevos rusos', gente adinerada con sus propios negocios y, la mayoría de las veces, conexiones criminales] solían venir aquí. Pero se encontraban en un ambiente diferente y se sentían incómodos en él, porque aquí eran un cuerpo extraño. Tenían que demostrar su valía. Y el club no era el lugar en el que podían hacerlo.

Night Flight cerró discretamente en 2020 y en su lugar abrió una tienda de mermeladas.

2. “Shestnadtsat tonn” (16 toneladas) (1996)

El club debe su nombre a una canción homónima del compositor estadounidense Merle Travis, trata sobre el duro trabajo de los mineros y fue escrita en 1946. Hoy en día se sigue tocando la misma canción antes de cada concierto en el club.

Este club se hizo un nombre gracias a los conciertos de bandas de guitarra. Se apostaba por una gran variedad, desde rock ruso hasta estrellas extranjeras: The Residents, Pizzicato Five, Marilyn Manson y otros han actuado aquí.

Estos conciertos crearon furor entre los amantes de la vida nocturna, y tras su éxito otros clubes también empezaron a celebrar conciertos.

El club sigue abierto, y aunque ha cambiado mucho, lo que no ha cambiado son los propietarios y la cervecería interna, donde se elaboran 6 cervezas únicas. 

3. Propaganda (1997)

Uno de los primeros clubes consiguió sobrevivir a muchos de sus competidores y seguir siendo hasta ahora uno de los lugares más populares del distrito de Kitái-Górod

El club es famoso sobre todo por los "Jueves de Sánchez", fiestas temáticas de deep house. Sin embargo, todos los días de lunes a domingo se celebran diversos eventos. Se pueden escuchar muchos géneros musicales: desde hip-hop y jazz los lunes hasta tech-house rumano los sábados.

4. Mix (1999)

Este club fue el pionero de las fiestas after-party, a las que la gente solía acudir a medianoche para relajarse y escuchar música. El local abría a medianoche, pero podía cerrar a las seis de la mañana (y a veces se celebraban fiestas hasta el mediodía del día siguiente).

Sobre todo, los visitantes apreciaban el ambiente seguro, los legendarios camareros y el repertorio ya conocido de deep y tech-house.

"Aquí había todo tipo de gente: estudiantes, oficinistas, artistas de moda, fiesteros cuarentones y algún que otro friki. Pero todos socializaban en pie de igualdad", recuerda Irina, una de las visitantes habituales del club.

5. Diaghilev (1999)

El club Diaghilev fue un símbolo del glamour de la capital en la segunda mitad de la década de 2000. Al principio se celebraban fiestas rave, pero más tarde empezó a transformarse en un lugar para la gente más adinerada: se decía que allí se concentraba todo el dinero de la capital.

En su interior solían aparecer personajes muy famosos, como Shakira, Enrique Iglesias o Roger Sánchez. Muchos de ellos acudían al club para actuar ante el rico contingente del establecimiento. A la gente corriente le resultaba difícil entrar.

Tenía una reputación de fortaleza tan inexpugnable, creada en parte gracias al legendario guardia apodado Pasha Facecontrol. Era él quien decidía quién entraba en el club, por lo que rápidamente se ganó amigos y detractores influyentes. Según él, siempre se fijaba en cómo se comportaba una persona, cuánto dinero tenía y en qué coche llegaba.

"Los que tienen menos dinero se sientan abajo, no se les permite subir, los que tienen más están arriba, en las logias imperiales. Aquellos vigilan a estos, estos vigilan a aquellos. Cuanto más arriba te sentabas, más cool era", recuerda la jerarquía dentro del club.

El club cerró tras un gran incendio en 2008, se dijo que la causa oficial fue un cortocircuito, pero muchos están convencidos de que fue provocado.

6. Tochka (2000-2011)

Inaugurado en 2000, Tochka (Punto) consiguió ganar público gracias a sus conciertos de rock. El evento más famoso se llamaba "Llegar al 'Punto'", con conciertos de bandas emergentes. Los viernes y sábados acogía actuaciones de famosos artistas rusos como "Leningrad", "Night Snipers", "Stigmata", "Slot" y muchos otros.

El club era espacioso y podía albergar a unas 1.500 personas a la vez. Tochka también tenía una sala de billar, un restaurante y cuatro bares. Cerró en 2011 después de estar abierto durante nada menos que 11 años.

7. The Real McCoy (2003-2013)

Uno de los locales más caóticos de Moscú se encontraba en el sótano del famoso rascacielos estalinista de la plaza Kúdrinskaia (para enfado de sus inquilinos). Todas las noches acudía mucha gente para beber tequila barato y conocer a alguien. Según los recuerdos de los asiduos, el ambiente del local era como el de un bar de la película ‘Coyote Ugly", donde reinaba el caos y el rock'n'roll. Muy a menudo se celebraban fiestas temáticas con disfraces. Y también había un dicho entre los visitantes: "Quien no ha dormido en el McCoy, no ha estado en McCoy", porque los más entregados solían quedarse dormidos en los lugares más inesperados.

"Semejante ambiente de diversión alcohólica no se respiraba en ningún otro club de la ciudad. Incluso los guardias estaban muy atentos: una persona que se quedaba dormida debajo de la mesa solía ser cubierta cuidadosamente con una mante", comenta Christina, habitual del club, sobre el ambiente que se respiraba en The Real McCoy.

La historia de The Real McCoy terminó en 2013, debido a la muerte de uno de sus clientes durante la celebración del décimo aniversario del club.

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