Señales de la naturaleza rusa que puedes usar para predecir el tiempo: ¿verdaderas o falsas?

Estilo de vida
YULIA AFANASIENKO
Durante siglos, en todo el mundo se ha creído en las señales de la naturaleza para predecir mejor el tiempo que se avecina, y Rusia no es una excepción. Pero, ¿hay algo de cierto en ellas?

1. Si las golondrinas vuelan bajo, lloverá pronto

Se trata de una antigua creencia que tiene una explicación. Las golondrinas comen pequeñas moscas negras. Cuando se acercan las lluvias, aumenta la humedad del aire. Las alas de las moscas negras se mojan y pesan, por lo que los insectos empiezan a volar bajo y las golondrinas las siguen para alimentarse de ellas. Además, esta señal meteorológica también funciona con los vencejos, ya que también se alimentan de moscas negras. Por desgracia, esta creencia sólo ayuda a predecir los cambios meteorológicos más inminentes.

2. Una puesta de sol roja significa viento próximo en verano o heladas en invierno

El espectro solar consta de diferentes colores y tipos de radiación. Con buen tiempo, todo el espectro llega a la Tierra, por lo que vemos la luz solar blanca habitual. Si el tiempo empeora y aparece un ciclón (que puede traer vientos y heladas), la atmósfera pierde su transparencia. Algunos colores de la radiación solar simplemente quedan bloqueados por la masa de aire, pero la luz roja aún puede resistirlo, por lo que el sol “se vuelve rojo”, lo que constituye un espectáculo fascinante mientras se pone.

3. Largas lluvias significan buena pesca

Esta señal meteorológica se basa en las observaciones de los pescadores. El hecho es que los peces tienen el instinto de esconderse más cerca del fondo de un estanque o un río para mantenerse a salvo y, cuando terminan las fuertes lluvias y tormentas, vuelven a nadar cerca de la superficie del agua. Además, es más fácil que un pez atrape el cebo en aguas tranquilas.

Por cierto, la captura de peces también puede ser buena cuando el mal tiempo está a la vuelta de la esquina: la razón está, una vez más, relacionada con los insectos. Estos se vuelven más pesados y bajan más cerca de la superficie, mientras que los peces suben a alimentarse antes de esconderse de una tormenta que se aproxima.

4. No deberías nadar en aguas abiertas después del día de Elías

En el cristianismo ortodoxo, el día de Elías se celebra el 2 de agosto. Antiguamente, los rusos decían que el profeta Elías había arrojado un trocito de hielo al agua, por lo que después de ese día hacía demasiado frío para nadar.

De hecho, no es exactamente cierto. En primer lugar, el tiempo es diferente cada año e incluso un descenso repentino de la temperatura no puede hacer que el agua esté demasiado fría en un solo día. En segundo lugar, las regiones rusas tienen climas drásticamente diferentes y las del sur pueden mantener un tiempo más cálido, incluso a principios de septiembre. En tercer lugar, el clima general ruso también se ha ido calentando poco a poco a lo largo de los siglos, por lo que las señales meteorológicas de antaño no tienen por qué funcionar tan bien hoy en día.

5. El croar de las ranas anticipa la lluvia

Al igual que los insectos, las ranas también son sensibles a los cambios atmosféricos, pero sus señales para predecir el tiempo no han sido probadas. En realidad, el croar de las ranas no está relacionado con la lluvia: los machos croan para atraer a las hembras y ningún cambio en el tiempo puede hacer que dejen de hacerlo.

También se cree que el fuerte croar de los coros significa que lloverá, mientras que los sonidos silenciosos y tranquilos significan que el tiempo será bueno y seco.

6. Las plantas cierran sus flores si se acerca el tiempo lluvioso

Esta señal meteorológica no es lo bastante precisa. Las plantas tienen mecanismos especiales para proteger sus flores del agua, ya que los trozos de polen pueden pegarse entre sí y no adherirse al cuerpo de los insectos para ser llevados de una planta a otra. Para evitar este problema, muchas flores se cierran con el aire húmedo y por la noche como, por ejemplo, las violetas. Los dientes de león también pueden cerrarse cuando las semillas ya están formadas, porque son incapaces de ser transportadas por el viento después de mojarse. El cardo viaja atascándose en el pelaje de los animales y en la ropa de la gente, por lo que también esconde sus ganchos del agua. Pero en realidad, las flores se cierran por la noche para esconderse de los insectos nocturnos y del rocío, que no necesita lluvia para aparecer y la humedad del aire no predice con exactitud las próximas precipitaciones.

7. Si un gato se tapan la nariz, heladas duraderas llegarán pronto

Los gatos utilizan su húmeda y sensible nariz para obtener mucha información del exterior y no sólo está relacionada con los olores, sino también con las temperaturas. Cuando el aire empieza a enfriarse, lo notan y utilizan sus peludas colas o patas como mantas para taparse la nariz y respirar aire caliente mientras duermen, pero sólo significa que el animal tiene frío en ese momento y no predice realmente ningún cambio de temperatura, por lo que esta señal meteorológica no es muy fiable. Es un instinto natural que también puede verse entre las especies salvajes de la familia de los felinos.

8. Los cuervos cantan antes de la lluvia en verano y de las tormentas de nieve en invierno

Esta creencia es pura superstición y no tiene explicación natural. Los cuervos suelen graznar mucho. Los motivos pueden ser diversos: en verano intentan atraerse unos a otros o defender a sus polluelos de los depredadores y otros cuervos.

En invierno, los cuervos se vuelven más agresivos y defienden el territorio donde se alimentan. Se pelean entre ellos y a menudo atacan a gatos, perros e incluso personas. Por supuesto, esto va seguido de másgraznidos.

9. Si los gorriones se esconden en la maleza, se avecinan heladas o una tormenta de nieve

Esta es otra creencia que no se puede demostrar científicamente ni mediante la observación. Al parecer, procede de las regiones septentrionales de Rusia. Lo cierto es que los gorriones se esconden si se acerca el tiempo frío y/o tormentoso, pero no es la única razón. Por ejemplo, también pueden esconderse del tiempo lluvioso o ventoso en verano. Estos pájaros pueden trepar a los matorrales después de alimentarse para descansar y piar tranquilamente en su interior. También pueden estar intentando esconderse de un depredador, y no depende del tiempo.

10. Si un serbal tiene muchas bayas, el invierno va a ser duro

Las bayas rojas de un serbal son extraordinarias. Antes, la gente creía (y algunos aún lo hacen) que la abundancia de bayas no sólo significaba un invierno frío, sino también un otoño frío. Su “explicación” es bastante mágica: creen que la naturaleza cuida de los pájaros y los animales para proporcionarles alimento antes de que se presenten condiciones difíciles. Lamentablemente, esta poética suposición no es cierta: el número de bayas en los serbales no depende del tiempo que vaya a hacer después.

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