En el sur de Rusia, cerca del mar Negro y a tan solo 20 minutos en coche del centro de Sochi, en el valle de Matsesta, hay más de 170 hectáreas de plantaciones de té. Rodeado de las montañas del Cáucaso, el nutritivo suelo y la brevedad del tiempo de bajas temperaturas en invierno permiten que las plantas crezcan sin usar pesticidas ni fertilizantes químicos. El té cultivado en los alrededores de Sochi es único por sus propiedades gustativas y aromáticas.
Síguenos en nuestro canal de Telegram: https://t.me/russiabeyondes
LEE MÁS: Tres ‘tés rusos’ de los que los rusos no han oído hablar jamás