Conoce a Sofía Lébedeva, una belleza rusa y actriz en ‘Vikingos: Valhalla’, de Netflix (FOTO)

Sofía Lébedeva es una de esas actrices a las que se les ha dicho durante casi toda su vida: "Nunca estarás solicitada". Sin embargo, eso es exactamente en lo que se ha convertido. A sus 28 años, ya ha protagonizado casi medio centenar de proyectos rusos e internacionales. En breve estrenará dos: una segunda temporada de la serie Vikingos de Netflix, Vikings: Valhalla (tiene lugar 100 años después de la original), y una película sobre la creación del famoso videojuego Tetris de John C. Baird.

Sofía procede de Obninsk, en la región de Kaluga, la primera ciudad científica de Rusia. Procede de una familia de científicos, hecho que ha influido mucho en su vida. Sus padres le predijeron el mismo futuro.

Se crió como una niña polifacética, a la que enviaban al estudio de teatro local y a gimnasia rítmica. Dedicó 10 años de su vida a esto último y se convirtió en candidata a Maestra del Deporte de Rusia. Pero tampoco se planteó una carrera deportiva: "No pensé en el deporte profesional. Me elogiaban, pero en general mis datos no me permitían alcanzar cotas serias. Soy propensa a la obesidad, y desde que recuerdo, mi entrenador siempre decía: 'Sonia, tienes que adelgazar, tienes que adelgazar'", dice Sofía.

Pero todo salió bien en el estudio de teatro de Obninsk. El director Oleg Demidov vio talento en la chica. Sin embargo, sus padres seguían esperando que se convirtiera en científica, por lo que la prepararon para matricularse en la Universidad Estatal de Moscú, en el Departamento de Procesos Globales.

Tras obtener el título de bachillerato, Sofía, de 15 años, consiguió los puntos suficientes para ir a la Universidad Estatal de Moscú, pero acabó eligiendo un instituto de teatro de la capital, donde ingresó a la segunda vez. "Cuando entré en un instituto de teatro y no me dejaron pasar a la siguiente ronda en la escuela Schepkin, le pregunté al profesor: ¿por qué? ¿Qué ocurre? Me decían que no tenía talento y que nunca llegaría a ser actriz. Luego, durante mis estudios en la escuela de arte dramático, me dijeron que tenía una voz aguda y extraña, así que no sería actriz", recuerda Sofía. Sin embargo, todo ello no hizo sino avivar su entusiasmo.

Tras graduarse, consiguió una plaza en el teatro y subió regularmente al escenario del Teatro de Arte de Moscú, el Teatro de Maiakovski, el Centro Meyerhold y otros escenarios de la capital, recibiendo papeles importantes. Pero sus apariciones en el cine se limitaban entonces a papeles episódicos en telenovelas y cortometrajes.

Todo cambió en 2014, cuando obtuvo un papel en el drama bélico de larga duración Los amaneceres aquí son más apacibles. Para conseguir el papel, tuvo que engordar 8 kg, cortarse su lujosa melena y superar su miedo al agua: en una escena, su personaje se ahoga en un pantano. Hicieron falta 20 tomas para esta escena, lo que fue una "auténtica tortura".

La dedicación en su ópera prima marcó la diferencia: después se fijaron en ella los directores de cine. Entonces decidió ir más allá de su trabajo en el cine ruso y contrató a un agente inglés. Ya en 2018, su talento pudo ser apreciado por los espectadores extranjeros: Sofía interpretó en la serie británica "McMafia" el papel de una chica que ha estado sometida a esclavitud sexual. Durante su preparación, la actriz se reunió con víctimas de malos tratos. 

El resultado de esta colaboración con un equipo extranjero superó todas las expectativas: la serie fue galardonada con un Emmy. Sofía se convirtió en una estrella ascendente en el mercado internacional. 

Durante el rodaje de Tetris, pasó un año y medio en Glasgow, una “ciudad fantasma”, como la recuerda Sofía, porque debido a las restricciones covid sólo funcionaban supermercados. El casting se hizo a distancia grabando una autograbación, le enviaron una escena y ella la grabó.

Después de eso, pasó más de seis meses rodando Vikingos en Irlanda como la "indomable" Helena. "Mientras trabajaba en Vikingos, formé mi propio equipo para que me ayudara a prepararme. Incluía un historiador asesor (ahora conozco el siglo XII con gran detalle), había un entrenador de pronunciación, ya que hay muchos acentos y dialectos diferentes en el proyecto, y también había una chica que se ocupa de diferentes prácticas antiguas. Estudiamos a fondo cómo se sentía una mujer del siglo XII, qué sentía corporalmente, cuál era su visión del mundo. También había mucho entrenamiento físico: equitación, el arte del combate", dice.

Siempre lleva consigo a los rodajes internacionales unos pequeños cuadros dibujados por su hermana y un peluche, regalo de su madre. "El siete es una de mis bases. Mi madre, después de criar a tres hijos, obtuvo una segunda educación superior a los 55 años. Estudió estilismo y diseño de vestuario y empezó a trabajar en películas. Estoy muy orgullosa de ella. A menudo oigo decir a la gente que es demasiado tarde para perseguir sus sueños: ¡nunca es demasiado tarde!".

Además de rodar, Sofía practica danza moderna, aprende idiomas y le encantan las actividades al aire libre: tenis y snowboard. Prefiere no hablar de su vida personal y afirma que, tras varios romances infructuosos, decidió centrarse en su carrera.

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