10 datos sobre los gatos siberianos, el felino doméstico más resistente al frío

Estilo de vida
ELEONORA GOLDMAN
Esta raza de gran tamaño y abundante pelo no teme al invierno. Pueden sobrevivir en la naturaleza y mantener conversaciones con los humanos.

La raza de gato más famosa de Rusia es la siberiana. A primera vista, parece que han estado cazando en el bosque todo el día y acaban de llegar a casa para saludar a su dueño. En Rusia a veces se puede encontrar a estos gatos en estado salvaje. No parece que vayan a renunciar a su libertad por una mascota de un humano. Pero seguro que después de leer este artículo querrás tener un amigo ruso como este.

1. Tienen raíces asiáticas 

El gato siberiano existe al menos desde el siglo XVII. En sentido estricto, en la antigüedad se llamaba siberiano a todos los gatos que se traían de Siberia al centro de Rusia. Eran los gatos más comunes, eran de todos los colores y tenían el pelaje largo. Los ancestros de estos gatos eran gatos asiáticos, que llevaban los comerciantes a Siberia para controlar las ratas de los colonos. En los siglos siguientes, los gatos se adaptaron al clima frío y desarrollaron su característico pelaje. También se extendieron por todo el país, ya que se creía que los gatos siberianos eran los mejores cazando ratas.

2. La primera raza rusa

El gato siberiano no fue reconocido oficialmente como raza hasta finales de los años 80 en la Unión Soviética. Después, en 1992, recibió el reconocimiento internacional, convirtiéndose en la primera raza rusa registrada por organizaciones internacionales. La raza destaca por su gran tamaño y peso, por tener pelaje esponjoso y una cabeza redondeada. El color varía y puede incluir el atigrado, un patrón de color sólido y el carey, entre otros. El gato siberiano se distingue por tener un par de “pantalones” esponjosos y una especie de “camisa” bajo el pecho. Suelen tener ojos verde brillante. Los profesionales se refieren a esta raza como el gato del bosque siberiano.

3. Color con nombre petersburgués

El gato siberiano tiene una subespecie con un color que que se llama gloriosamente Nevá Masquerade (el Nevá es el río principal de San Petersburgo, y masquerade hace referencia a la coloración facial de la raza, parecida a una máscara). Este color apareció hace varios siglos, y fue reconocido como variante de la raza al mismo tiempo que el gato siberiano. Desde 1989, los Neva Masquerade se crían en un vivero de gatos en San Petersburgo. A diferencia del gato del bosque siberiano, el Neva Masquerade tiene los ojos azules, pero su carácter es como el de un gato siberiano normal.

4. La nieve y las heladas no son un problema

El gato siberiano está considerado como el gato doméstico más resistente a las heladas. Todo ello gracias a su pelaje, que es largo, grueso y resistente a la humedad. Las orejas también están aisladas térmicamente. El pelaje le protege las fuertes patas y el enorme cuerpo, lo que les permite estar en el exterior incluso a temperaturas de -15º C. Al mismo tiempo, el pelaje no suele causar problemas en casa (excepto cuando mudan, claro).

5. Pesa tanto como dos gatos normales 

Los gatos siberianos necesitan mucho espacio para su enorme cola y las patas. Las hembras siberianas adultas pesan unos 5-6 kg, pero los machos llegan a pesar 10 kg y a veces hasta 12 kg.

6. Respetar los límites personales

Estos gatos valoran su libertad aunque vivan dentro de casa. No debe esperar que se sienten en su regazo todo el tiempo. Tienen muchas cosas que hacer mientras trabaja y gana dinero para su comida y juguetes. Los siberianos no son acogedores con los extraños y rara vez dejarán que una persona desconocida los acaricie. Si deja que los gatos salgan al exterior, no se sorprenda si periódicamente le traen “regalos”, ya que son excelentes cazadores. Son capaces de atrapar peces pequeños.

7. Les gustan los niños

A pesar de mantener unos límites personales claros, los gatos siberianos entienden los vínculos familiares. Los gatos macho cuidan de los gatitos como lo hace una madre. También les gustan los niños humanos y los protegen como si fueran suyos. Las redes sociales están llenas de bonitos vídeos de gatos “amamantando” a sus bebés. ¿Y has oído la historia de una gata siberiana llamada Masha? Encontró a un bebé recién nacido abandonado en un piso residencial, lo salvó del frío con su calor y luego pidió ayuda a la gente.

8. Siempre tienen un plan

Una de las principales características del gato siberiano es su gran inteligencia. Dado que esta raza se desarrolló en las duras condiciones climáticas de Siberia, la capacidad de pensar y planificar era importante para sobrevivir. Entienden lo que los humanos quieren de ellos e incluso pueden aprender algunas órdenes como “buscar” y averiguar cómo abrir puertas con sus patas o apagar las luces. Esta raza prefiere evitar los conflictos y, en la mayoría de las circunstancias, se esconde en lugar de luchar.

9. “Hablar” con la gente

¿Le gusta hablar de su día con su gato? A nosotros también. El gato siberiano no sólo escucha a los humanos, sino que incluso maúlla activamente en respuesta utilizando diferentes entonaciones. ¿Ha tenido un día duro en el trabajo? El gato emitirá un maullido comprensivo. ¿Ha tenido un buen día? El gato maullará con voz alegre. A veces parece un diálogo, pero los científicos aún no han averiguado qué piensa realmente el gato sobre los humanos. Mira este vídeo de un gato llamado Nikifor, al que se le prohíbe tumbarse en la estufa, pero que discute con su humano hasta el final.

10. Salvó el museo Hermitage

En el centro de la ciudad de Tiumén (Siberia) hay una plaza dedicada a los gatos siberianos. Se construyó en recuerdo del sitio de Leningrado durante la Segunda Guerra Mundial. El principal museo de Rusia, el Hermitage, se había inundado de ratas que amenazaban con destruir valiosas obras de arte, por lo que los residentes de otras regiones soviéticas decidieron ayudar a la ciudad y crear puntos de recogida de gatos. Uno de los más grandes estaba en Tiumén. En total se reunieron unos 5.000 felinos siberianos entre Tiumén, Omsk e Irkutsk, y se se enviaron en tren a Leningrado. Todas las ratas fueron rápidamente sacrificadas, y los descendientes de estos gatos aún viven en el Hermitage y se encargan del control de plagas. Lee la increíble historia aquí.