Alexánder Padar, director de la red de clínicas oftalmológicas Omicron, con sede en Novosibirsk (Siberia), ha presentado una queja contra la representación rusa de la OMS por la denominar con el mismo nombre a la nueva variante de Covid-19 que apareció en Sudáfrica, informa el portal Novosibirsk Online, basándose en una carta del denunciante. Su solicitud se presentó el 30 de noviembre ante el Tribunal de Arbitraje de Moscú.
El empresario exige que se prohíba este nombre para este virus, pero también para cualquier otro que pueda surgir. Además, quiere que la Organización Mundial de la Salud le reembolse los 6.000 rublos (72,18 euros) en concepto de honorarios pagados para poner su petición en conocimiento de los organismos estatales.
“Nuestro nombre es una marca registrada. Principalmente en el sector médico y sanitario, ya que es nuestra actividad principal. La asociación con una determinada cepa de coronavirus es perjudicial para la reputación de nuestra empresa”, dijo Padar.
Uno de los motivos de su descontento es que invirtió mucho en publicitar el nombre de sus clínicas, lo que le permitió aparecer en los primeros resultados de Internet cuando se buscaba la palabra “omicron” (“омикрон"” en ruso). Sin embargo, esta posición privilegiada es ahora ocupada por la nueva variante, infligiendo a esta empresa siberiana “pérdidas financieras colosales”.
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