El creador de VKontakte y Telegram ha dado a conocer su opinión sobre multitud de temas: el sector tecnológico, los competidores, la censura, los monopolistas o los tribunales estadounidenses. En ocasiones también se ha referido a lo que realmente importa en esta vida: cómo no desperdiciarla, con quién vivir, qué comer y dónde encontrar la felicidad. El multimillonario, de 36 años, rara vez concede entrevistas a los periodistas, pero publica regularmente sus “reglas de vida” varias veces al año en las redes sociales. Russia Beyond ha recopilados las enseñanzas de Dúrov.
1. Sólo debes hacer caso a tu intuición. Siempre que he escuchado la opinión de personas “mayores y más inteligentes”, he perdido el tiempo. Si sientes que tienes que hacer algo, ignora la opinión de las figuras de autoridad.
2. La comunicación está sobrevalorada. Una hora a solas es más productiva que una semana de conversaciones.
3. Todo se puede hacer rápidamente. La primera versión de VKontakte en 2006 la monté en un mes. Empezó a crecer inmediatamente. En contra de la creencia popular, el trabajo o se hace rápido y bien, o largo y mal.
4. Es lamentable que la mayoría de la gente prefiera alimentar su mente no con hechos de la vida real que puedan permitirnos cambiar el mundo, sino con series aleatorias de Netflix o vídeos de TikTok. En un nivel profundo, nuestro cerebro no puede distinguir la ficción de la realidad, así que la abundancia de entretenimiento digital mantiene a nuestra mente subconsciente ocupada produciendo soluciones a problemas que no existen. Para ser creativos y productivos, primero debemos limpiar de nuestra mente el barro pegajoso de los contenidos irrelevantes con los que los “algoritmos de recomendación” la inundan a diario. Si queremos reclamar nuestra libertad creativa, primero debemos recuperar el control de nuestra mente.
5. Todos los hombres jóvenes de mediana edad con los que hablé habían vivido solos la mayor parte de su vida. Esto podría ser el resultado de su independencia de los patrones de sueño/comida/comportamiento de la otra persona. O tal vez sea sólo una correlación, y las personas que son independientes de las normas sociales poco saludables también son independientes en su vida personal.
6. Las cosas que posees acaban poseyéndote a ti.
7. No debes confiar en nadie al 100%. No importa lo fiable que creas que es una persona o los años que la conozcas: las cuestiones clave se controlan mejor en persona.
8. No comas en exceso. La gente parece mayor porque tiene sobrepeso y hay decenas de enfermedades asociadas a él. Suelo comer dos veces al día cada seis horas o una vez al día sin picar. Comer tres veces al día y más es sólo un (mal) hábito.
9. Tuve la suerte de ser rico a principios de mi vida. A los 22 años tenía un millón de dólares en mi cuenta bancaria, a los 25 decenas de millones y a los 28 cientos de millones. Sin embargo, esto nunca ha sido lo que me ha hecho feliz.
10. Las grandes empresas utilizan el marketing para engañarnos y hacernos creer que la solución a todos nuestros problemas pasa por comprar más de sus cosas. Por ejemplo, si tiene sobrepeso, le bombardearán con anuncios de suscripciones a gimnasios o suplementos alimenticios. Pero la clave para perder peso es comer menos, no zapatos nuevos ni proteínas en polvo.
11. Los amigos de las redes sociales son un fenómeno de 2010. Todo el mundo que necesita uno ha estado en messenger durante mucho tiempo. Mantener listas de amigos obsoletas en las redes públicas es inútil y requiere mucho tiempo. Leer las noticias de otros es obstruir el cerebro.
12. Una idea solo necesita un 10% de partidarios convencidos para convertir al otro 90% de la sociedad a su lado. Puede haber menos de un 10% de convencidos de algo: un 5%, un 2%, incluso una milésima parte de la población. Pero si su creencia en el éxito y su compromiso con una idea son inquebrantables, es imposible resistirse a ellos. En el caso extremo, la fe de una persona es suficiente para el cambio a cualquier escala. El tuyo, por ejemplo.
13. Los días rojos del calendario son herramientas para imponer la ideología y estimular el consumo. Ni los funcionarios, ni la tradición, ni la sociedad tienen derecho a decirle a una persona cuándo debe trabajar, cuándo debe descansar, qué debe celebrar y a quién debe felicitar.
14. Vendí mi parte de VKontakte porque su existencia podría haberme impedido tomar las decisiones correctas. Pero no me arrepiento de nada: proteger los datos personales de la gente vale la pena y mucho. Desde diciembre de 2013 no tengo propiedades, pero me queda algo más importante: una conciencia tranquila y unos ideales que estoy dispuesto a defender.
15. Un compromiso es peor que cualquiera de las alternativas.
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