Una gran peculiaridad de Rusia es el uso que se hace aquí de la sonrisa: prácticamente cumple otras funciones, por no decir opuestas, a la que desempeña en otros países. Afortunadamente, una app ha venido a cambiar (bueno, probablemente no) esto.
Si quieres saber diez motivos por los que los rusos sonríen tan poco, pincha aquí.