¿Venta de cerebros? Los gigantes de la tecnología de EE UU se hacen con talento ruso

Pixabay, Dale Cruse/Flickr/Global Look Press 64
Las nuevas empresas rusas y de otros países de la antigua Unión Soviética ofrecen soluciones tecnológicas extraordinarias, pero los gigantes tecnológicos internacionales prefieren comprar sus “cerebros” antes que sus productos o negocios.

¿Es más barata la “tecnología rusa”?

“La política, incluso las sanciones, no son un obstáculo para los inversores que ven proyectos prometedores”, cree Katia Dorózhkina, directora general de Starta Ventures, una empresa de financiación temprana con con sede en Nueva York.

“Por ejemplo, nuestra nueva cartera de startup, Friendly Data de Bielorrusia, fue adquirida recientemente por ServiceNow, calificada por Forbes como la empresa más innovadora”. Sin embargo, para que fuera así, los fundadores de la startup participaron en un programa de aceleración en EE UU.

Las compañías internacionales entienden que la antigua Unión Soviética es el hogar de una plétora de programadores con altas capacidades, cree Adrien Henni, cofundador de East-West Digital News. Sin embargo, la situación política afecta.

“Los inversores de capital de riesgo occidentales prácticamente han abandonado Rusia, a pesar de que la inversión en startups no está formalmente prohibida por el régimen de sanciones, y hay muy pocos en Ucrania”, explicó Henni. “En términos de adquisiciones, una empresa rusa o ucraniana tiene muchas más posibilidades de atraer la atención si traslada su sede y una parte sustancial de su actividad a un país occidental”.

Las empresas de la cartera de Starta con raíces rusas o de Europa del Este suelen incorporarse como una entidad estadounidense al entrar en el mercado. “Ya no se posicionan como una empresa extranjera, y en la mayoría de los casos pueden obtener un precio justo”, declaró Dorózhkina.

Sin embargo, en una fase temprana, las empresas procedentes de Rusia o de Europa del Este están infravaloradas por las normas de EE UU. Una empresa de 2 millones de dólares en Nueva York, explicó Dorózhkina, tendrá una idea y quizás un fundador inicial, pero una empresa del mismo tamaño en Moscú o Kiev ya tendrá un prototipo en funcionamiento y primeras ventas.

Con aspecto global

Algunos expertos creen que Teleport, una app que te ayuda a cambiar el color del pelo en los selfies y fue adquirida por Snap el pasado diciembre, debería haberse vendido por 50 millones de dólares en lugar de 8 millones. Hace un par de años, Snapchat pagó 150 millones de dólares por Looksery, otra empresa de raíces rusas y ucranianas que ofrece tecnologías de seguimiento y modificación de vídeo en tiempo real y soluciones móviles de compromiso social.

Las nuevas empresas rusas y de Europa del Este se venden barato cuando no se presentan como una compañía global, explicó Gary Fowler, empresario estadounidense cofundador de Yva.ai y CEO de DY Investments.

Las compañías globales de tecnología compran cerebros y tecnología porque eso es lo que se les ofrece. “Ellos no ven valor en el negocio”, explicó Fowler. “La compañía debe ser creada para que cualquiera que la compre vea el increíble valor que cada parte del negocio tiene para ofrecer como un todo”.

La falta de conocimientos básicos de marketing también determina el futuro de la mayoría de las nuevas empresas rusas. “Las nuevas empresas deben asegurarse de que uno de sus fundadores tenga experiencia en marketing, ventas y desarrollo de negocios”, cree Fowler. “Esto tendrá un gran impacto en el precio de las nuevas empresas y hará que los inversores se sientan mucho más cómodos”.

Fowler recomienda a los emprendedores rusos que sigan unas reglas sencillas para el éxito: convertirse en globales incorporándose en los EE UU, por ejemplo, en Delaware, y encontrar un cofundador con experiencia en ventas, marketing, desarrollo de negocios y operaciones internacionales.

“Tienen que localizar la oficina cerca de donde está el dinero”, fue el consejo de Fowler. “En Silicon Valley dicen que no debes estar a más de 30 minutos en coche de la empresa de capital de riesgo y del banquero que te ayudará a vender la compañía”.

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