Beber té está considerado una de las tradiciones más icónicas de Rusia, pero en 2019 el consumo de café superó a la infusión por primera vez, informa el periódico RBC.
El año pasado los rusos compraron un total de 180.000 toneladas de café (en grano, molido, soluble o mezclado), en comparación con 140.000 toneladas de té, excluyendo las mezclas de infusiones, dice el diario, basándose en datos de la asociación Rostchaikofé, especialista en la industria.
La empresa agrega que el café ha estado a la par con el té durante dos años, con casi 160.000 toneladas vendidas cada uno en los últimos dos balances anuales.
A título informativo, Rusia importa su café principalmente de Vietnam, Brasil e Italia, mientras que su té procede principalmente de la India, Sri Lanka y Kenia.
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