De camino a clase de música un extraño paró a la niña. Le dijo que era amigo de su madre desde hacía mucho tiempo y que soñaba con darle una sorpresa escondiéndose en el apartamento y apareciendo en un momento completamente inesperado.
La ingenua niña decidió ayudarlo así que le dejó entrar en el apartamento, luego salió corriendo a clase y cerró la puerta con llave. En el camino, llamó a su madre para darle la buena noticia.
Al llegar a casa, la policía arrestó al ladrón, que estaba recogiendo objetos de valor, incluyendo una colección de monedas y joyas de oro, además de las computadoras e incluso comida.
El ladrón resultó ser un chico de 26 años con antecedentes penales.