Yuri comparte su amor por este lugar: “El mercadillo es un espacio en el que todo es para todos. Es un supermercado de la singularidad, en donde solo hay una cosa de cada, bien sea lo que se vende, el vendedor o los compradores. Es un intento por reanimar lo desechado y olvidado. Es un museo de las ‘culturas humildes y oprimidas’. Me encanta este lugar”.
Un gran espacio de este mercadillo es para vendedores de objetos antiguos. También hay algunos que venden antigüedades falsas, fabricadas en China.
“Mi apartamento está lleno de cosas que compré aquí. En mi familia utilizamos una vajilla de porcelana de 52 piezas para el desayuno y para las visitas”, explica Yuri Molodkovets.
“Bebemos champán y vodka de copas soviéticas y de algunas hechas antes de la revolución de 1917”.
Hay una gran colección de bienes de la época comunista: retratos de Lenin, estrellas y banderas rojas, instrumentos musicales de la época soviética, corbatas rojas de los pioneros, literatura comunista y frente a todo esto, iconos ortodoxos y viejas muñecas a las que les falta un ojo.
Udelka está abierto entre semana desde las 8-9 de la mañana hasta las 3-4 de la tarde. En gran parte depende del inestable tiempo que haga en San Petersburgo.
“Nunca sabes lo que te puedes encontrar. Es uno de los lugares más impredecibles del mundo”.
Si todavía guardas en tu armario un gorro viejo o una bolsa de red trenzada, no los tires: los objetos creados en la URSS no solo son de gran calidad sino que también están de moda. Pincha aquí para saber más.
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