La gran ciudad dicta sus propias reglas de etiqueta. Los moscovitas, como otras especies urbanas, encuentran muchas cosas molestas sobre el comportamiento de otras personas, incluso si no es deliberado.
7. Compórtate como si fueras el único pasajero en el metro
Cuando viajes en transporte público, no te quites tu mochila enorme, para que todos vean lo moderno que estás. Si tienes el pelo largo, ¡siéntete orgulloso y déjalo suelto! Recuerda que el mejor lugar en el tren es junto a la puerta, donde puedes apoyarte en la persona sentada cerca de ti. Y asegúrate de ocupar entre 2 y 3 lugares a la vez, ya que a nadie le importará estar de pie después de un día entero sentado en la oficina.
Si es la primera vez que estás en el metro de la capital rusa, ni siquiera pienses en estudiar el mapa de antemano. El metro de Moscú es el sistema de transporte más cómodo y fácil de usar del mundo. Así que sólo desciende al inframundo y trata de aprender a descifrar el alfabeto cirílico mientras estás parado justo al pie de la escalera mecánica. Incluso mejor si estás con amigos, cuantos más, mejor.
También hay mapas en el interior de los trenes, por lo general colocados convenientemente por encima de las cabezas de otros pasajeros. ¿Qué hacer? Asegúrate de inclinarte sobre la persona que está sentada debajo del mapa (para que pueda oler bien tus pantalones) y verifica que vas en la dirección correcta. Nunca descargues la aplicación del metro de Moscú, disponible en inglés, español, alemán, portugués, francés y chino.
6. Mira más a menudo tu móvil cuando te reúnas con amigos
Algunos restaurantes occidentales prohíben el uso de teléfonos inteligentes durante las comidas. ¡Qué vulgar! Gracias a Dios que estás en Rusia. Se dice que la cantidad de información en Internet aumenta exponencialmente cada año, así que no hay segundo que perder: ¿no quieres perderte un nuevo meme o imagen de Instagram entre bocado y bocado de tu comida?
Es una maravilla de la tecnología moderna poder comunicarse con alguien que no está contigo, permitiéndote ignorar a la gente que sí lo está. Todo el mundo debería ver lo popular que eres y cuántos amigos (más importantes que los que te acompañan físicamente) tienes.
5. Habla tan despacio y fuerte como sea posible
Moscú, como cualquier otra metrópoli, es bulliciosa. Todo el mundo está en movimiento, y nadie tiene tiempo para charlar con un extraño. La ciudad necesita una influencia tranquilizadora, y ahí es donde puedes ayudar. Detén a una persona que se mueva lo más rápido que puede y pregúntale sobre los lugares de interés turístico, parques, museos, bares, restaurantes, teatros, clubes nocturnos, el clima y cualquier otra cosa que te interese conocer. Recuerda que no todos los moscovitas entienden el inglés, así que trata de hablar tan despacio y fuerte como sea posible. En general, asegúrate de perder la mayor cantidad de tiempo posible en cada inútil intento, ellos lo apreciarán mucho.
Fuera de las zonas turísticas, también trata de no apresurarse, especialmente cuando camines por aceras estrechas. Olvídate de que los rusos manejan (y también tienden a caminar) por la derecha. ¡No tengas miedo de ir a contracorriente! Estarán más que contentos de cederte el paso, incluso si eso significa que se vean obligados a meterse en medio de una carretera muy transitada. Los rusos tienen este dicho: “Si no es un tranvía, girará”.
4. Llama por teléfono más a menudo para conversar
¿A quién se le ocurrió la idea de que necesitas preguntarle algo a alguien si tienes tiempo para hablar por teléfono? Nunca envíes mensajes de texto preguntando si la otra persona está disponible para recibir una llamada. Marca su número sin previo aviso y preferiblemente también sin propósito. Ya esté el destinatario de la llamada trabajando o comiendo, o ambas cosas, te agradecerán la distracción.
Muchos moscovitas recuerdan sus días de juventud cuando sus amigos pasaban a verles sin ser invitados, o mantenían charlas telefónicas durante horas y días sin parar. Pero ahora todo ha cambiado. Moscú se ha convertido en una gran ciudad sin rostro, así que es más difícil hacer una visita inesperada. Muchas personas, cansadas de la comunicación constante, limitan sus conversaciones telefónicas, prefiriendo algún mensaje, de vez en cuando, en las redes sociales.
3. Emite humo por todas partes
Tal vez hayas oído hablar de la prohibición rusa de fumar, algo que ahora es ilegal a menos de 50 metros de las entradas del metro y edificios o en paradas de autobús y, en general, en lugares públicos. ¿Pero a quién le importa? Nunca les preguntes a tus amigos si puedes fumar, ellos lo entenderán. Por cierto, hay una superstición rusa que afirma que si te enciendes un cigarrillo, el autobús llegará antes.
2. En las tiendas, saca tu billetera sólo cuento llegues a la caja
Vete a cualquier tienda por la noche, elije la cola más lenta y nunca prepares el dinero para pagar por adelantado. Haz como que no esperabas tener que pagar por la mercancía. También recomendamos empacar todo lo más lentamente posible, para que las personas que intentan comprar alcohol antes de las 11 se mantengan sobrias. Les estarás haciendo un gran favor.
1. Envía mensajes de voz
Especialmente en los chats en grupo, cuando todas están enviando mensajes de texto, envía un mensaje de voz. Hazles saber que eres una tan persona ocupada que no tienes tiempo para escribir un mensaje. No te preocupes de que alguien no tenga auriculares o no quiera oírlo por el altavoz del teléfono. Después de todo, ¿por qué no deberían todos los pasajeros de un autobús o los trabajadores de una oficina escuchar tus palabras llenas de sabiduría? Moscú es una gran familia feliz, ¿verdad? Aquí no hay secretos.
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