Comenzó el viaje en febrero. Como no pudo obtener una visa pakistaní –por ser indio– se dirigió primero a Dubái. Luego tomó un ferry hasta Irán, desde donde partió hacia Rusia, a través de Azerbaiyán.
Francis comenzó poco a poco, haciendo tan solo 15 km al día, para no forzar sus músculos. Los primeros cuatro días fueron los más duros.
“Estaba muy mal preparado para el viaje. Lo único que llevaba era una chaqueta, un saco de dormir, una tienda de campaña y herramientas para la bicicleta”, afirmó este profesor de matemáticas de 28 años, según cita la revista The Village.
Consiguió la bicicleta en Dubái, pero no fue nada fácil encontrar una barata.
“El primer día pinché y empecé a reparar según establecía el manual. Hacía un calor terrible, sudaba profusamente”, recuerda. “De repente, una chica, que se había separado de su grupo de adolescentes de la calle, se acercó para ofrecerme su ayuda. Le pedí que sostuviera la bicicleta mientras jugaba con el neumático y nos conocimos. Resultó ser de Pakistán y había tenido que mudarse a Irán, debido a problemas familiares”.
Más tarde, la chica incluso alimentó a Francis. Así fue muchas veces a lo largo del viaje. La gente le ofrecía comida y un lugar para dormir. En su camino conoció a unos ciclistas alemanes que estaban dando la vuelta al mundo. Le dieron muchos consejos para seguir con su viaje.
Dice que no tuvo ningún problema ni en Irán ni en Azerbaiyán ni en Rusia. No sufrió ninguna agresión durante el tiempo que duró el viaje. Incluso la barrera idiomática no impidió la comunicación. “Creo que el mundo es un lugar seguro”.
Cuando estuvo en Rusia, fue al partido que enfrentó a Francia y a Dinamarca, que terminó con un empate a cero. “Estaba contento por estar allí, aunque no pude hacer realidad mi sueño: ver jugar a Lionel Messi”, comenta. “Pasé una semana en Moscú, caminamos mucho, fuimos a la Fan Zone. Tengo la sensación de que Moscú realmente lo da todo por el fútbol”.
Francis tomará un avión de regreso a casa y está planeando publicar un libro sobre sus viajes. “En general me lo pasé muy bien en Rusia, ¡aunque hay tantos mosquitos!”.
Los dos viajeros norteamericanos consiguieron algo que parecía imposible: cruzar el país más grande del mundo en bicicleta. Aquí te contamos sobre este viaje de 16.000 km.