1. Ígor Akinféiev
“Casi no tuve infancia. En parte, porque las condiciones económicas de mis padres eran limitadas... Cuando tenía cuatro años y medio mi padre me llevó a la escuela de fútbol del CSKA de Moscú. Desde el principio me gustaba jugar de portero. Mientras que para algunos niños era como un castigo, yo no quería perderme ninguna sesión de entrenamiento. Cuando terminé la escuela no había ido todavía a ninguna discoteca”, afirmó dijo Akinféiev, portero titular del CSKA y del equipo nacional ruso durante muchos años.
Esta actitud ha dado sus frutos. Cuando llegó al club tenía 17 años y, a los 22, ya era el capitán. Actualmente, con 32, es una leyenda viva del deporte. Ha dejado la portería a cero en 236 ocasiones (su rival más cercano en la liga rusa lo ha hecho 141 veces) y ha sido nombrado “Mejor portero del año”, en varias ocasiones. En la temporada 2012-203 incluso lo nombraron el mejor portero del mundo.
Como era de esperar, tiene el récord de partidos sin que le marquen un gol con la selección rusa, más de 40. Akinféiev es el guardameta titular de Rusia en la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018™. Le preguntaron si le gustaría que su hijo hiciera carrera futbolística y esta fue su respuesta: “Me gustaría que llevara una vida más tranquila. Una carrera en el fútbol es muy difícil, no todos pueden arreglárselas”.
2. Fiódor Smólov
Smólov es un delantero de 28 años del FC Krasnodar. Se unió al equipo en 2015 y esa temporada marcó 20 goles, lo que fue una sorpresa dado que solo había logrado un único gol en sus 23 participaciones anteriores con la selección rusa, donde jugaba desde 2009. En 2016, repitió su éxito y anotó 18 goles, convirtiéndose en el delantero más destacado. Al año siguiente, el diario español Marca lo incluyó en su listado de los 100 mejores jugadores del mundo.
Actualmente es el principal delantero de Rusia. Su debut fue en 2012, cuando anotó contra EE UU en el minuto nueve, supuso el gol más rápido de un debutante en la historia del país. Tras un partido amistoso contra Francia, Smólov fue muy elogiado por el entrenador Didier Deschamps, que se refirió a él como un “jugador muy hábil”.
Durante una entrevista en 2016, el jugador dijo que le gustaría jugar para un club europeo importante en Inglaterra, Italia, Alemania o España.
3. Alexander Golovín
Fue una de las estrellas del partido inaugural contra Arabia Saudí, que se saldó con un 5-0. Golovín solo tiene 22 años y procede de una familia minera de Siberia. Juega en el CSKA desde 2012 y es uno de los mayores talentos futbolísticos del país. Durante los últimos tres años ha dejado su huella en el equipo ruso.
Poco antes del inicio del campeonato, el diario francés Le Monde, incluyó al jugador en su lista de siete jóvenes futbolistas que se espera que se hagan famosos durante el torneo. Ha recibido muchas alabanzas debido a su rendimiento general y el diario Mundo Deportivo comparó su actuación con “un concierto”.
Según algunos medios, está en la agenda de fichajes de la Juventus y del Barcelona. Golovín declaró a los periodistas italianos que se siente agradecido por este interés pero que, actualmente, está centrado en los partidos de Rusia en el Mundial.
4. Artiom Dzyuba
El delantero del Zenit de San Petersburgo anotó un bonito gol de cabeza contra Arabia Saudí tras un centro de Golovín. Su tanto se produjo tan solo un minuto después de saltar al césped. Tras el gol, el exfutbolista inglés y locutor, Gary Lineker, escribió “Super Dzyuba” en su cuenta de Twitter.
Dzyuba juega en la selección rusa desde hace siete años (23 partidos, 11 goles) y declaró que la Copa del Mundo es especial para él. “Jugar en el Mundial es el sueño de cualquier jugador de fútbol. He estado avanzando hacia este objetivo durante toda mi vida. Ahora me doy cuenta de que no he jugado al fútbol en vano. Hoy entendimos realmente que todo el país está con nosotros, que todos apoyan al equipo. Lo principal es que hemos logrado hacer feliz a la gente”, dijo Dzyuba tras el partido contra Arabia Saudí.
Así fue la enloquecida reacción de los rusos a la victoria contra Arabia Saudí.