Los rusos recuerdan con cariño un chiste clásico de la época de la Guerra Fría. Los estadounidenses preparan a un espía para que se infiltre en la URSS. Pasa diez años de duro entrenamiento en todas las esferas posibles de la vida rusa y acaba con un gran dominio del ruso, con un cuidado acento del norte. Lo dejan caer en paracaídas en la profunda taiga siberiana. Camina medio kilómetro y se encuentra con una bábushka que le dice: “¡Hola, señor Espía Estadounidense!”. Sorprendido por el catastrófico desarrollo de los acontecimientos, el espía asedia con preguntas a la abuelita sobre cómo ha podido reconocer quién era realmente. Para resumir, la mujer le dice: “Pero hijito, ¿no te parece algo obvio? Eres negro”.
Escogemos algunas maneras algo más intrincadas para que no te descubran.
1. Atento a tus manos...
Félix Dzerzhinski, el fundador de la policía secreta soviética, supuestamente dijo: “Una cabeza fría, una corazón caliente y manos limpias”, eso es lo que necesita un agente del KGB. Así que si quieres que tu conspiración salga bien, atento a tus manos.
Como en muchas culturas, hay gestos específicos que los rusos hacen con las manos. Recuerda por ejemplo la escena de Malditos bastardos en la que Archie Hicox destapa al oficial alemán al pedir tres vasos con un gesto poco alemán. Aprende de sus errores para que no te pase lo mismo.
Una de las diferencias es contar con las manos. Los dedos se recogen, no se extienden, así que al llegar a cinco tienes un puño cerrado. Un ruso también usará sus manos para mostrar las comillas cuando dice algo irónico. Por otro lado, es muy poco habitual la señal de OK o de la victoria.
2. ...y a tus pies
El veterano camarero soviético Alexander Kudriavtsev recuerda detectar a rusos en un comedor “solo para diplomáticos” por un pequeño detalle. Los hombres iban vestidos como extranjeros pero llevaban los cordones atados a la manera rusa, es decir, de manera diagonal, en vez de horizontal. Ser detectado en un bar es algo horrible para un agente. Aunque hay otras normas más evidentes relacionadas con los zapatos más allá de la manera de atarse los cordones.
Al igual que otras muchas culturas del Este, los rusos se quitan los zapatos dentro de los apartamentos y suelen tratar las piernas y los pies como una parte “poco limpia” del cuerpo, de modo que poner las piernas sobre los muebles o sentarse sobre las mesas supone algo que claramente no es ruso. Tener los zapatos de vestir completamente limpios es algo obligatorio para un hombre ruso, sobre todo para los que sirven al estado. Si un ruso ha recibido algún tipo de entrenamiento en el ejército, entonces, la piel negra y brillante es una marca de pedigrí.
3. No rías
Quizá suene raro pero en Rusia es de mala educación sonreír a los desconocidos y es una de las principales coas que ayuda a reconocer a un extranjero entre un grupo de gente local. Así que conserva tu disfraz eslavo y actúa como si estuvieras confundido, enojado y con prisa, todo al mismo tiempo. Fruncir el ceño constantemente te ayudará. La gente se dará cuenta de que estás ocupado pensando en algo y te tratará con respeto. Además, es muy ruso no hablar nada en espacios públicos o con dependientes, lo único que hay que hacer es gruñir y asentir con la cabeza. Eso puede ayudar si todavía no controlas bien el acento.
4. Olvídate de los brindis idiotas y de los “rituales para beber”, por favor
Tenemos que dejar una cosa clara: la mejor manera de que descubran que eres extranjero es decir “na zdoróvie”. También queda claro si tus brindis son largos, ya que nadie lo hace a no ser que tenga claramente más de 40 años.
Para hacerlo como un ruso, no te alteres demasiado. Beber no es nada exótico para los rusos.
5. Trata a las mujeres a la antigua
Que no se te olvide nunca dejar un sitio libre cuando vas en transporte público. Aguanta la puerta y deja, pacientemente, que la mujer pase primero. Es curioso, pero una desconocida podía pedirte ayuda para llevar bolsas pesadas o un paquete. En ese caso, ten en cuenta que no significa que tengas una cita, y que ofrecer ayuda no está considerado como algo hostil o acosador.
6. Atento a los detalles
Es obvio, pero recuerda los símbolos y las señas que se utilizan habitualmente. El anillo de casado se lleva en la mano derecha y a la hora de santiguarte, no olvides hacerlo de derecha a izquierda, a la manera ortodoxa. Además, aprende algunos gestos coloquiales, como señalar con el dedo índice y medio a tu barbilla, lo que significa “estar harto”.
Para pasar más desapercibido pueden ayudar algunos trucos de clase más baja, como abrir una cerveza con un mechero. No desesperes si no lo haces inmediatamente, incluso a los rusos les cuesta mucho tiempo aprender a hacerlo.
Alucina con los sorprendentes objetos que el KGB confiscó a espías occidentales.