Todos los rusos son mafiosos o agentes del KGB, siempre dicen ‘na zdorovie’ cuando brindan, son tremendamente supersticiosos y siempre llevan una cámara en el automóvil. Estos son los estereotipos comunes de Rusia y los rusos. Algunos son francamente falsos, mientras que otros son más o menos precisos.
La mafia rusa es una característica habitual de los rusos en las películas de Hollywood, pero en realidad se ve cada vez menos. Después de los tumultuosos años 90, la mayoría de los mafiosos han sido encarcelados o asesinados, y es muy raro que se escuchen disparos en las calles. Además, no puedes simplemente unirte a un grupo delictivo: los delincuentes desconfían de la gente común.
Por el contrario, casi un millón de rusos trabajan para la policía, y es la tercera fuerza policial más grande del mundo (después de China e India) y representa el mayor porcentaje de policías per cápita (623 agentes por cada 100.000 ciudadanos). Muchos rusos, sin embargo, tienen “problemas con la ley”, tales como deudas impagas o multas de tráfico.
De ningún modo. De hecho, la mera mención de estas palabras irrita a cualquier ruso que habla inglés y está harto de este estereotipo. Es ridículo decir “na zdoróvie” durante un brindis. Normalmente los rusos dicen “na zdoróvie” cuando alguien les da las gracias por algo. En este sentido, “na zdoróvie” significa “de nada”.
En todo caso, los rusos podrían concluir un brindis diciendo “... za zdorovie” (“por la salud”), pero suena bastante formal. Los brindis breves terminan, más bien, con estas palabras: “¡Davái!” (¡Venga!), “¡Poyéjali!” (“¡Vámonos!”), o incluso con “¡Vzdrógnem!” (lo que literalmente significa “estremezcámonos”, porque es esa la sensación que uno experimenta después de vaciar un chupito de vodka).
Y no se sorprenda si después de un brindis o dos todos comienzan a beber sin chocar las copas. Es completamente normal.
No es inusual que un oso o un alce vagabunde por un pueblo remoto de Rusia, pero estos animales no caminan por las calles de una ciudad. Si esto ocurriese, la policía les disparará rápidamente con un tranquilizante. Sin embargo, hay una familia rusa tiene un oso como mascota.
Nadie en Rusia entiende bien lo que es eso de la misteriosa alma rusa. El concepto fue concebido por escritores rusos del siglo XIX, como Tolstói y Dostoievski, quienes exploraron el misterio de la ética y el estilo de vida de los rusos en sus novelas psicológicas.
La idea del “alma rusa” supone que los rusos tienen un estilo de vida único, diferente al del mundo occidental. En la época soviética, este concepto no tenía cabida en la cosmovisión comunista, pero después de la perestroika el termino se reintrodujo en la búsqueda de la identidad nacional. La idea consiste en que Rusia, aunque esté influenciada por los valores orientales y occidentales, siempre elige su propia “tercera ruta”. Pero nadie puede explicar qué significa esto exactamente.
El KGB ya no existe. Hoy, el FSB (Servicio Federal de Seguridad) ha heredado muchas de las funciones del KGB. Desde la época soviética, persiste el rumor de que si dices palabras detonantes, como “bomba” o “explota” mientras hablas por teléfono, la policía comienza a grabar tu conversación. Pero eso es solo una leyenda.
Con la tecnología moderna (seguimiento de direcciones IP, cámaras de tráfico y cámaras en las calles), la vigilancia nunca fue tan fácil. Pero uno tendría que hacer algo realmente amenazante para llamar la atención de las autoridades, simplemente porque la vigilancia es costosa. Por lo general, la persona que se encuentra bajo vigilancia suele ser sospechosa de tener vínculos con actividades terroristas, que se supervisan a fondo.
Además, muchos exoficiales del KGB desempeñan un papel importante en la política rusa.
'Amor' es una palabra bastante fuerte. Las principales razones para ir a dacha han sido pragmáticas durante mucho tiempo. A partir de la década de 1950, las dachas se convirtieron en una fuente de alimentos e ingresos adicionales para muchos rusos: allí cultivaban la verdura para comerla en casa o para venderla en los mercados locales. Por lo tanto, los fines de semana la familia completa generalmente pasaba tiempo en su casa de campo, cuidando del jardín y descansando.
Aun así, incluso hoy en día, cuando el hábito de trabajar en la dacha es menos común, a la mayoría de los rusos les encanta pasar su tiempo libre en el campo. Las generaciones más jóvenes, sin embargo, generalmente no trabajan en el jardín: tenían suficiente de eso en su infancia.
Según un proyecto sin fines de lucro (enlace en ruso), las carreteras del país son muy diversas en cuanto a su calidad. Solo el 47% de las carreteras federales, el 39% de las carreteras de conexión y el 39% de las carreteras regionales son consideradas “buenas” por los conductores. El 47%, el 43% y el 39%, respectivamente, son consideradas “aceptables”, y el 5%, el 18% y el 22% se consideran “malos”.
Los números ilustran que no se puede ir a ningún lado en Rusia sin tener que conducir por las carreteras malas, lo que los conductores llaman “terrenos de prueba de tanques” porque solo se puede atravesar sus baches y agujeros en un tanque.
Los carreteras en mal estado se deben, en gran parte, a las incesantes obras de construcción por todo el país, que implican que los camiones pesados literamente “rompan” las carreteras. Además, el sistema opaco de construcción de carreteras aún carece de supervisión adecuada. Las fallas en las carreteras siendo una causa frecuente para muchos accidentes de tráfico, pero la situación está mejorando con proyectos sin fines de lucro como RosYama, que ayudan a las personas a presentar denuncias oficiales sobre carreteras en mal estado.
Si quieres comprobarlo, intenta silbar estando en casa de tu amigo ruso o regalarle un número par de flores. No se ofenda por las miradas extrañas que pueda recibir. Los rusos todavía son muy supersticiosos, y necesitan sentarse durante un rato antes de emprender un viaje largo, o se mirarán al espejo si tienen que regresar a casa porque se les ha olvidado algo. Estas creencias supersticiosas fueron alentadas, en gran parte, por los paganos místicos que en la Rusia prerrevolucionaria vivían en las aldeas junto a los sacerdotes ortodoxos.
Como seguramente has visto en YouTube, esto es real. En Rusia, una cámara en el salpicadero es a menudo la única prueba que muestra que fue el otro conductor, y no tú, quien causó el accidente de tráfico. Además, ayuda a capturar momentos raros o divertidos por el camino.
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