Hay un importante supervisor de cuatro patas mirando la construcción del puente del estrecho de Kerch en Crimea. Un gato llamado Móstik (“Puentecito”) es un residente permanente del lugar. Lo encontraron en 2015 y se ha convertido en el favorito de todos los que trabajan allí.
Móstik pasa por los diferentes sectores de la obra, “inspeccionando” cuidadosamente el trabajo. Por la noche se dedica a cazar ratones.
El gato será el primero en andar sobre las reforzadas estructuras de cemento de la sección de la carretera cuando estas estén listas para finales de año.
Móstik ya tiene hasta su propio fotógrafo y conductor. Se le puede encontrar en Instagram, Facebook y VKontakte, donde habla sobre su vida y habla con sus fans.
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