Por qué un hombre que cruza Rusia con su gato es acusado de crueldad hacia los animales

Vladislav Evglevski
En un viaje épico de autodescubrimiento e introspección, un hombre recién divorciado decidió abandonar su hogar únicamente acompañado con su gato. Ahora, juntos cruzan la nevada inmensidad de una Rusia invernal

Vladislav Evglevski, un ruso de 29 años, llevaba una vida tranquila en la ciudad de Múrmansk (1.800 km al norte de Moscú), donde vendía equipo de acampada. Su vida cambió repentinamente después de un divorcio difícil, que incluyó solventar el complicado tema de la custodia de su hijo de 4 años.

Consciente de que había llegado a un momento muy difícil en su vida, Evglevski de repente tuvo la idea de viajar por todo el país y tal vez encontrar respuestas a sus preguntas existenciales. Sin trenes, ni aviones; solo a pie, o haciendo autoestop. ¡Y se llevó a su gato Sam con él!

Ida y vuelta

El objetivo de Evglevski es Vladivostok a orillas del Océano Pacífico, a 10.000 km de su casa en Múrmansk. Este no es un viaje fácil, y menos en diciembre. A pesar de ello, Vladislav espera alcanzar su destino antes de Año Nuevo. En cuanto a su regreso, planea hacerlo también caminando y haciendo autoestop, con la esperanza de llegar a tiempo para el 5° cumpleaños de su hijo en marzo.

"Entendí que no estaba contento con lo que ha estado sucediendo en mi vida en los últimos dos años", explicó el hombre al periódico Petrozavodsk Govorit. Evglevski cree que su viaje es un camino de superación personal que debe servir para superar sus inhibiciones y problemas personales.

Un amigo negro y peludo

En cuanto a Sam, el gato, es básicamente es un cachorrito, solo tiene 8 meses de edad. Pero ha sido el compañero de Evglevski en viajes anteriores, aunque no tan largos ni tan arduos. Lo encontró en las calles de Múrmansk y lo adoptó como mascota.

"Pensé que estaría solo en mi viaje, pero luego decidí que sería mejor cargar con 5 kilos de peso que estar completamente solo", dijo Evglevski, y agregó que ha tenido que lidiar con insultos, ya que algunas personas lo llaman "Psicópata, un hombre que tortura a un animal, un egoísta, etc." por llevar a Sam con él.

Evglevski dice que, definitivamente, no es un hombre cruel, y que le ofrece a Sam lo mejor posible. El gato viaja en una mochila especial, con su propia comida y baño. El trotamundos también viste al gato con un mono especial para protegerlo del frío. Sam parece estar bastante conmocionado en las fotos, pero de acuerdo con el propietario, está lidiando bien con el viaje, al menos hasta ahora.

Este viaje épico de humano y felino  comenzó el 10 de diciembre, y en el momento en que este apareció en prensa  el 13 de diciembre, los dos habían llegado a San Petersburgo (1.300 km al sur de Múrmansk). Ahora, se están moviendo hacia el sudeste. ¡Solo podemos desearles mucha suerte!

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